Dos crímenes fueron reportados en el municipio Jiménez, entre la madrugada y la mañana de ayer. Rubén Darío Márquez (27) es la primera víctima. Fue asesinado en la parte baja de Chaimare, mientras que al cadáver de Jennifer Yoselin Méndez Rodríguez (28), lo dejaron abandonado en la hacienda Los Gatos del caserío El Pueblito.
A la medianoche
Rubén Darío Márquez fue descrito por sus padres como una persona tranquila, de esas que no tenían malas mañas y no se metían con nadie.
El joven se estaba quedando en casa de su padre, de nombre José Jiménez, de 75 años, de edad. En el sitio también estaba su sobrino de 15 años.
Jiménez comenta que el día de ayer no le colocaron el pasador a la puerta, “porque los muchachos a veces entran y salen; el pueblo es tranquilo y todos se conocen”.
Asegura que no tienen problemas con la delincuencia y por ello no era la primera vez que su casa permanecía con la puerta abierta.
Rubén Darío habría pasado todo el día en su casa; no había salido.
Se acostaron temprano cada uno en su cuarto.
Ni el padre, ni el sobrino de la víctima saben cómo entraron los sujetos, sólo escucharon unos ruidos a la medianoche.
El señor José se asomó y vio la sombra de los sujetos sacando a su hijo del cuarto, a quien llevaban a golpes hacia la parte de afuera de la casa. El adolescente despertó de golpe. Al escuchar que un sujeto le decía al otro que lo matara, él se arropó hasta la cabeza y escuchó dos detonaciones. Luego, el sonido de un vehículo al arrancar.
José Jiménez, quien tiene problemas de audición, dice que sin embargo escuchó el grito de su hijo y cuando salió estaba tirado afuera de la casa. Logró ver un carro pequeño arrancando.
A los 10 minutos el adolescente salió del cuarto y vio a su tío tirado en un charco de sangre. El cuerpo de Rubén Darío quedó de lado. El joven estaba en bóxer y con chancletas puestas.
A un lado del cuerpo de la víctima fatal se podían apreciar dos cartuchos de escopeta. Con este tipo de arma impactaron su cuello del lado izquierdo.
No saben qué paso
Teodora Márquez comenta que Rubén Darío era el séptimo de ocho hijos. Acostumbraba a contarle todo a su madre y nunca dijo tener problemas. Por el contrario estaba muy contento porque tenía planeado buscar a su hijo de dos años en Carora, municipio Torres, para traerlo al carrusel.
Se conoció que la víctima fatal también deja a una mujer con siete meses de embarazo. Tenía años trabajando en la agricultura y lo hacía por los campos cercanos a su vivienda.
No llegó a dormir
El segundo suceso fue reportado a las seis de la mañana de ayer, cuando en una especie de quebrada pequeña, de la hacienda Los Gatos, en el caserío El Pueblito, localizaron el cuerpo sin vida de una dama.
La mujer estaba boca abajo. Vestía una especie de top negro, sus pantalones desabrochados y la parte de atrás ensangrentada. Estaba descalza; no se le podía ver el rostro y nadie la reconocía.
El rumor de la dama asesinada se regó hasta la población de Quíbor y al lugar llegó un joven llamado Antonio Hernández, quien lloraba indicando que era su prima y estaba desaparecida.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas
(Cicpc), ya habían realizado el levantamiento del cuerpo. La dama no portaba identidad alguna.
Un cuñado de la misma también se acercó y al ver las fotos aportadas por los investigadores, la reconocieron. Se trataba de Jennifer Yoselin Méndez Rodríguez, de 28 años, de edad.
Según relató su familia la joven salió a las 4 de la tarde del domingo, de su residencia ubicada en el sector Primero de Mayo, avenida 22 entre calles 9A y 9B, de Quíbor, en compañía de dos amigos y no regresó más.
Su cuñado indicó que ella acostumbraba a llegar de madrugada, pero siempre a su casa y al no hacerlo se preocuparon. La víctima deja huérfano a un niño de ocho años.
Fuentes policiales indicaron que aparentemente Jennifer salía con un presunto delincuente y esa información estaba siendo verificada a fin de saber si tiene algo que ver con su crimen.
El homicida de la dama le habría dado con una piedra en la cabeza, pero el sitio donde fue localizada es de liberación, pues no fue el lugar donde le dieron muerte. Algunos comentarios de rastros de sangre, salieron a relucir. Leidy Olivo, fiscal 29 del Ministerio Público de Quíbor, revisó la zona en compañía de otros funcionarios y no dio con rastro alguno. Hasta ahora se desconoce si fue abusada.
La autopsia determinará lo sucedido. Con este nuevo femicidio, son cinco los que se han registrado durante este año en la entidad larense.
La fiscal estuvo en los dos sitios para llevar las riendas de las investigaciones iniciadas por los sabuesos del cuerpo detectivesco, quienes colectaron las respectivas evidencias e hicieron el levantamiento de los dos cuerpos.
