#Revista Gala Gabriel Noriega: Un Cardenal en el Round Robin

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En términos generales, para los amantes del béisbol la temporada continúa y la fiesta sigue y, aunque la fanaticada del Cardenales de Lara vio opacada su camiseta por la azul de La Guaira, hoy tienen la oportunidad de seguir disfrutando del buen juego de sus amados pájaros rojos gracias a la representación de La Dinamita, quien junto a un par de compañeros más, sigue sacando a relucir la casta del equipo crepuscular, más allá de su lamentable resultado final en la ronda regular

Alto y delgado, parco y efectivo. De piernas ágiles y batazos certeros. Hombre sereno y de sonrisa a medias. Así es, en resumidas cuentas, Gabriel Noriega, protagonista de estas líneas, uno de los hombres más productivos del roster guaro y quien hoy, tras ser escogido como refuerzo de las Águilas del Zulia, nos recuerda a los fanáticos del Cardenales que el equipo sigue vivo, que su pasión y sus ganas son más fuertes que cualquier derrota y que, definitivamente, hay Dinamita para rato.

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Y es que, si bien es cierto que durante la temporada regular Noriega tuvo unos cuantos días medio flojos, es justo también enaltecer sus bondades y hacerle llegar nuestro más sincero agradecimiento por esos momentos de gloria y euforia que tantas veces nos regaló, pues para nadie es un secreto que este grande de la pelota criolla fue una de las caras más importantes de la temporada 2014 – 2015 y uno de los principales protagonistas de la más reciente zafra cardenalera.

Y así, entre palazos oportunos, carreras que salvaron la patria y la constante vigilancia de su respectiva posición, este chamo de apenas 24 años está empezando a ver los frutos de su enriquecedora cosecha, poniendo en alto no sólo el nombre de su Maturín natal, sino también el de ese equipo larense que le abrió sus puertas y cuya fanaticada lo recibió como quien nace en estas tierras, haciéndolo sentir uno más de nuestros héroe de camisa roja.

Y así fue la historia

De niño, el juguete favorito del pequeño Gabriel era un bate que, probablemente, era más grande que él, pues desde los 5 años comenzó a sentir como la pasión del béisbol recorría sus venas.

En un principio la lomita era su templo sagrado, hasta que un buen día su agente descubrió aquellas habilidades de shortstop que brillaban con luz propia y fue entonces cuando decidieron dejar de lado su faceta de pitcher para darle play a los entrenamientos como campocorto.

Aunque su papá es militar, nunca fue de esos hombres dominantes que decidía el destino de sus hijos en contra de su voluntad, sino que por el contrario, La Dinamita Noriega tuvo desde siempre el apoyo incondicional de sus padres. “A mi mamá le encanta este deporte, desde chiquito me puso un bate y una pelota en las manos y a partir de ese momento ella se convirtió en mi más fiel admiradora”.

Poco después, aún siendo un adolescente y a pesar de que le iba de maravilla en el colegio, Gabriel tomó la decisión que le cambiaría la vida para siempre, determinación gracias a la cual hoy tiene un público que corea su nombre cada vez que le toca turno al bate y todo un estadio a sus pies, esa que lo convirtió en uno de los chamos del momento. “A los 15 años, cuando terminé mis estudios, le dije a mi mamá que me iba para Maracay a entrenar 3 días, pero terminé quedándome dos años allá practicando duro hasta que logré firmar. A partir de allí, todo empezó a fluir y tras mucho esfuerzo, constancia y dedicación pude llegar a donde estoy hoy en día y, aunque actualmente me siento satisfecho con mi trabajo, seguiré dando lo mejor de mí cada vez que me toque estar dentro del terreno de juego, ayudando al equipo a ser productivo y regalándole a la fanaticada momentos inolvidables”.

Tiene un Cardenal en el pecho

– ¿Con qué equipo te gustaría llegar a las grandesligas?

Con Boston, un equipo que siempre me ha gustado

– En el mundo del béisbol, ¿A quién admiras?

A Omar Vizquel, él siempre ha sido mi jugador favorito, mi inspiración y ejemplo a seguir

– ¿Qué le agradeces a este deporte?

Casi todo lo que tengo lo he logrado gracias al béisbol

– De no haber sido pelotero, ¿A qué te hubieses dedicado?

Siempre me gustó la Aduana y quería estudiar una carrera relacionada con eso

– ¿Tienes alguna anécdota inolvidable?

Sí, cuando era un chamo y comencé mis entrenamientos formales, duré casi un año sin ver a mi mamá, hasta que de repente un día fui a una práctica normal y me llevé una sorpresa cuando la vi esperándome en el campo… Ese día lloramos, nos abrazamos y lo hice mejor que nunca.

– Cuéntanos alguno de tus mejores momentos como pelotero

El año pasado me invitaron al campo de entrenamiento de grandesligas y pude compartir con Robinson Canó y Félix Hernández… Además fui al Juego de las Estrellas de AAA y lo disfruté al máximo.

– Béisbol en 3 palabras

Pasión, constancia y mantenimiento

– ¿Qué significa para ti Cardenales de Lara?

Es mi equipo, el que me dio la oportunidad de darme a conocer aquí en Venezuela y gracias al cual se me abrieron muchas puertas en Estados Unidos.

“Mis papás y yo siempre hemos tenido muy buena comunicación, ellos han respetado todas mis decisiones y me han apoyado incondicionalmente”

“Un buen pelotero debe tener una mentalidad fuerte, para que no le afecte la distancia ni la ausencia de su familia, buen corazón y sentir pasión por el deporte”

“Estoy muy a gusto con Cardenales de Lara y en Barquisimeto me siento como en casa. Este año, el equipo me dio la oportunidad de ser su shortstop y jugar además en tercera y segunda base, almohadillas que defendí con entusiasmo”

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