A cuatro meses de la desaparición a manos de policías locales de 43 estudiantes en el sureño estado de Guerrero, solo se ha comprobado científicamente la identidad de uno de los jóvenes, pero no existen evidencias suficientes para concluir, como afirma el gobierno, que fue calcinado en un basurero ni para saber cuál fue el destino de los otros 42, informaron investigadores.
El Equipo Argentino de Antropólogos Forenses (EAAF), que trabaja con la fiscalía mexicana como grupo de expertos independientes avalado por las familias de los desaparecidos, explicó a The Associated Press que todavía no hay «evidencias suficientes» para vincular los restos calcinados encontrados por las autoridades junto a un río en el municipio de Cocula, Guerrero, en el sur del país, con los sucesos que, de acuerdo a la versión oficial, tuvieron lugar en el basurero de esa misma localidad.
La Procuraduría General de la República (PGR) mantiene que la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 un grupo de policías locales de las localidades de Iguala y Cocula atacaron a un grupo de alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa con resultado de seis muertos y 43 estudiantes desaparecidos.
Policías detuvieron a los 43 y supuestamente los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos quienes, según las autoridades, los llevaron al basurero de Cocula, hicieron una gran hoguera, calcinaron los cuerpos e intentaron borrar toda evidencia del crimen metiendo los restos y cenizas en bolsas y arrojándolas al río.
Las autoridades localizaron una de esas bolsas junto al río San Juan y de ella extrajeron las 17 muestras que la fiscalía envió a la Universidad de Innsbruck para su análisis.
Hasta el momento, el laboratorio austriaco solo ha podido identificar un trozo de hueso, que correspondía al estudiante desaparecido Alexander Mora, pero no pudo extraer ADN del resto porque el calor dañó la información genética. No obstante, van a realizar nuevas pruebas.
Para el procurador mexicano, Jesús Murillo Karam, la identificación de Mora, las declaraciones de varios detenidos y otros datos que no especificó, son pruebas suficientes para decir que en el basurero de Cocula «mataron por lo menos a uno». Eso «me hace pensar que ahí fue todo», ha dicho.
Sin embargo, Vidulfo Rosales, abogado de las víctimas, y varias organizaciones de la sociedad civil tienen dudas sobre la versión oficial: Amnistía Internacional la tachó de «endeble» y «apresurada»; expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México no ven factible que se pueda calcinar a 43 cuerpos en una hoguera al aire libre y en un lugar como un basurero. The Associated Press espera desde noviembre el parte meteorológico oficial solicitado que diga si esa noche llovió en ese lugar, como mantienen algunos testigos.
Los argentinos, los únicos peritos independientes autorizados a trabajar en los mismos lugares y con las mismas evidencias que la fiscalía, confirmaron la identificación de Mora pero al ser consultados por la AP recordaron, como dijeron en su comunicado del 7 de diciembre, que la evidencia que une el basurero con los restos encontrados en el río «es esencialmente testimonial» y, por tanto, no ofrece la necesaria «certidumbre científica».