Si los grandes ejércitos dependen de su buena alimentación, ¿qué come el ejército más pequeño del mundo?
El chef David Geisser, de la Guardia Suiza, ha echado luz sobre los gustos culinarios de los protectores del papa con un nuevo libro de recetas. «Buon Appetito» describe los platillos que comen los soldados y algunos inspirados por los diferentes papas.
Un favorito de la Guardia Suiza, de 110 elementos, es la berenjena a la parmesana: piezas de berenjena empanizada y frita, cubierta de salsa de tomate y queso mozzarella, y horneada durante 15 minutos.
«Esto lo comemos mucho aquí», dijo Geisser, de 24 años, en una entrevista en la cocina de la Guardia Suiza, donde monjas polacas lo cocinan casi todo.
Un vistazo al menú semanal que cuelga en la cocina del cuartel revela una abundancia de platos italianos como risotto, pasta a cuatro quesos y tortellini, junto con ejemplos incondicionales de la cocina de Europa del norte, como salchicha y repollo.
Las recetas papales van con los gustos regionales de los últimos tres pontífices.
El menú del papa Francisco incluye especialidades argentinas, como empanadas, platos de carne de res y dulce de leche.
El de Benedicto XVI, nacido en Baviera, incluía salchicha y cerdo asado, mientras que el de Juan Pablo II tenía pierogi (una pasta típica polaca rellena) y tarta de manzana.
Geisser, a quien le falta poco por terminar su período de dos años, nunca ha cocinado para Francisco, pero le entregó un ejemplar del libro de recetas.