Meses después del acontecimiento histórico del 23 de enero 1958, nace en Barquisimeto un sector popular que lleva por nombre esta fecha significativa en conmemoración al nacimiento de la democracia.
Hoy en día, esta zona ubicada al este de la ciudad, convive con problemas en sus servicios básicos que hacen mella en su calidad de vida. Sus habitantes expresaron que no tienen motivos para celebrar, debido a la desatención de los distintos niveles de gobierno.
Rosa de Colmenárez es una de las primeras habitantes del sector, a sus 86 años, recordó que apenas habían dos casas de bahareque cuando arribó en la década del 60 a la ladera colindante con el Valle del Turbio. “Lo demás era monte y culebra”, evocó con una contagiosa risa.
Relató, que conforme al crecimiento de la ciudad, llegaron numerosas familias al sector, lo que produjo que en el primer gobierno de Rafael Caldera, en la década del 70, se hiciera la pavimentación de las calles. Posteriormente, cinco años después, durante la etapa inicial de Carlos Andrés Pérez, se instalaron los servicios básicos.
Como anécdota, rememoró que cedió parte de su terreno para la construcción de la Capilla de Nuestra Señora del Carmen. El recinto se convirtió en un punto de encuentro de los habitantes, quienes celebraban cada 16 de julio las fiestas patronales para venerar esta advocación de la Virgen María.
Necesidades
Actualmente, el barrio 23 de Enero cuenta con 800 familias, que sobreviven con cúmulo de problemas en sus servicios básicos.
El primero de ellos es el agua. La comunidad denuncia que el servicio de Hidrolara en el sector es deficiente. Alegan que el vital líquido llega por las noches y desaparece en las mañanas.
“En ocasiones, el agua nos llega en la madrugada, dura una dos horas y se va a tempranas horas de la mañana. Ni siquiera nos dan la oportunidad de realizar nuestras labores de hogar”, denunció la señora Carmen Díaz de Villanueva.
Otro reclamo a la empresa hidrológica es la vialidad de la calle 1A entre carreras 1 y 2, donde realizaron la reparación de la tubería de aguas negras pero dejaron deteriorado el pavimento de concreto.
Los habitantes de la zona reclaman que no pueden ingresar con sus vehículos a sus hogares porque temen la ruptura del tren delantero. Así como también denuncian que gran cantidad de polvo ingresa a sus casas durante el día, lo que produce la aparición de enfermedades respiratorias en niños y adultos mayores.
Sin embargo, la señora Maribel Vegas, informó que el trabajo de conductos de cloacas lo realizó Hidrolara a medias, debido a que en algunas casas entran aguas servidas por los inodoros.
También, piden a la municipalidad el asfaltado de las calles del sector.
Por otra parte, Deyanira Graterol, dirigente comunal del sector, adicionó que sufren inconvenientes con el servicio de luz, incluso la mayoría de las calles del barrio no están alumbradas. Exigen la instalación de luminarias por parte de Corpoelec.