El Foro de Davos alertó este sábado de las consecuencias catastróficas de los ciberataques, que podrían poner en peligro las centrales nucleares, redes de telecomunicaciones e incluso los sistemas financieros mundiales.
«A lo que ustedes llaman internet de las cosas, yo le llamo internet de las amenazas», dijo Eugène Kaspersky, de la compañía de seguridad informática Kaspersky Lab, en referencia a la multiplicación de objetos conectados a la red.
Para Kaspersky, un individuo tiene más posibilidades de ser víctima de un pirata informático, si cuenta con un mayor número de dispositivos conectados a Internet como televisiones «inteligentes», entre otros.
«El peor de los peores escenarios posibles es un ataque contra una gran infraestructura, como una planta de energía. Sin energía, el resto del mundo no trabaja», advierte este experto en seguridad en este foro, que reúne hasta el sábado a la élite política, financiera y empresarial del planeta.
El presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, dijo que los delincuentes podrían provocar el caos incluso a menor nivel. «Pueden causar estragos de muchas maneras», dijo Ilves, para quien el deber de los gobiernos es facilitar a los ciudadanos herramientas de protección de datos.
El jefe de Estado estonio contó como anécdota que los responsables de tráfico de Los Ángeles, durante una huelga, decidieron paralizar la circulación poniendo todos los semáforos en rojo. «¿Y si alguien hubiera puesto todos los semáforos en verde?», se preguntó.
Tras el ciberataque contra Sony el año pasado, la seguridad cibernética ha sido un tema candente en el Foro Económico Mundial de Davos. La conclusión: «Básicamente, nada está a salvo», resume Ilves.