El precio del barril de petróleo venezolano se mantuvo estable con un ligero aumento de 33 céntimos y cerró la semana en 39,59 dólares, después de unos seis meses en picada, informó este viernes el ministerio de petróleo.
«Las expectativas de que la oferta petrolera mundial podría desacelerar su crecimiento hacia el segundo semestre del año fue el principal factor que dio soporte a los precios de los crudos durante la presente semana»,indicó el informe.
Del 12 al 15 de enero, la cesta petrolera venezolana de crudo y derivados cayó por debajo de la barrera de los 40 dólares, donde se mantiene ahora con el precio más bajo de los últimos seis años, pues en 2009 rozó los 37 dólares tras los efectos de la crisis financiera de 2008.
En 2014 la cesta venezolana había cerrado el año con un precio promedio de 88,42 dólares por barril, gracias al buen desempeño del crudo en el primer semestre del año pasado. A partir de junio, cuando estaba cerca de los 100 dólares, comenzó a descender y desde entonces ha perdido 61% de su valor.
Venezuela tiene una alta dependencia del petróleo, del que obtiene 96% de sus divisas. Por ello el presidente Nicolás Maduro realizó recientemente una gira de dos semanas por países productores y aliados políticos como China, Irán, Arabia Saudí, Catar, Argelia y Rusia, a fin de armar una estrategia conjunta que responda a la caída de los precios.
El periplo también sirvió al mandatario para buscar un apoyo financiero que oxigene las arcas venezolanas.
Antes de la gira de Maduro, en noviembre de 2014 el entonces canciller venezolano Rafael Ramírez había tratado de armar un bloque en la OPEP que decidiera un recorte de producción en la reunión del cártel de finales del año pasado.
Esa propuesta fue rechazada por los países del Golfo Pérsico, empezando por Arabia Saudí, que todavía defiende su tesis de no perder mercado en pos de mejores precios.
Analistas prevén que el descenso del petróleo incidirá en los ingresos públicos de Venezuela y afectará aún más la economía del país, que ya entró en recesión desde principios de 2014, con una inflación de 64% y una escasez de un tercio de los productos básicos.