El de ayer fue otro día de colas, algo que ha ocurrido continuamente desde hace unos cuantos meses en Barquisimeto, como en otras ciudades de Venezuela, a raíz del desabastecimiento imperante.
Mujeres y hombres salen muy temprano hacia los establecimientos comerciales, automercados particulares u oficiales, donde presumen encontrarán artículos como pañales desechables, toallas sanitarias, jabón de baño y de lavar, desodorante, shampoo, afeitadoras, así como alimenticios, entre los que figuran, harina precocida, azúcar, margarina, mayonesa y leche, en polvo y líquida.
Este jueves la situación no era diferente a la de fechas anteriores, al menos en el centro comercial ubicado cerca de la redoma del Obelisco, donde, igual que el miércoles, desde muy temprano comenzaron a llegar las personas para formar zigzagueantes colas en el estacionamiento ante la información de que venderían leche, jabón y pastas reguladas.
De acuerdo a algunos de los presentes, los administradores del establecimiento implementan sistemas mediante los cuales el ingreso de compradores fluye con la mayor rapidez posible y al final estos pueden retirarse satisfechos por haber encontrado algo de lo que necesitaban.
“Mañana volveremos a ver que tienen, porque aquí siempre hay algo que comprar”, dijo una señora que se retiraba.
Durante el recorrido periodístico, al menos durante la mañana, la mayoría de los automercados propiedad de comerciantes asiáticos operaban con absoluta normalidad, sin colas a su alrededor, señal de que no había ninguno de los productos desaparecidos.
Apenas en uno ubicado en la calle principal del barrio Santa Isabel se podía observar una pequeña fila de compradores.
La cola que prácticamente ya se ha hecho contínua, es la del PDVAl de la avenida Los Horcones, al oeste, donde este jueves, hasta después del mediodía, las personas permanecían a la espera de poder ingresar para adquirir algunos productos de la canasta básica, especialmente detergentes.
En el supermercado de la avenida Los Leones, las actividades se cumplían de manera normal, sin congestionamiento alguno, muy diferente al día anterior.