Los anuncios económicos puntuales hechos por el Presidente de la República ante la Asamblea Nacional, “no cambian el curso de las grandes dificultades de la economía venezolana”, asegura un pronunciamiento suscrito por 60 reconocidos economistas bajo el título “La emergencia económica de Venezuela y la necesidad de una nueva política económica en el 2015”.
Destacan que el nuevo régimen cambiario que anunció sigue manteniendo tres tasas oficiales, y como ya se ha comprobado, es propenso a la ineficaz asignación de divisas, con elevada corrupción que aprovecha los diferenciales cambiarios.
En el contexto de la fuerte caída de los ingresos petroleros en el 2015, con un estimado de la mitad del 2014, con pesadas obligaciones financieras y petroleras, la disponibilidad de divisas para proveerlas bajo este régimen cambiario son muy limitadas. La expansión del gasto público anunciada por Maduro, no puede sino aumentar la liquidez en manos del publico y la presión sobre la nueva tasa de cambio vía casas de bolsa y el mercado paralelo.
Advierten que sin un conjunto de medidas económicas coherentes, un régimen cambiario como el anunciado no puede sino reflejar la muy fuerte presión alcista en los precios y en las tasas de cambio de libre fluctuación.
Estiman que el ajuste del salario mínimo en 15% a partir de febrero, es insuficiente, y ocurre en medio de presiones que elevarán la inflación por encima del 100% anual; los anuncios están lejos de constituir un verdadero plan coherente y creíble para estabilizar la economía venezolana y sentar las bases para su recuperación.
Plantean que Venezuela requiere de un urgente proceso de concertación en el ámbito nacional frente a las graves circunstancias que se viven; y es necesario un ánimo de rectificación profunda, en función del interés nacional, para que el Gobierno abandone sus políuticas equivocadas y pueda dar paso a una nueva estrategia de recuperación económica y social exitosa. Esta sería una tarea compleja y exigente que se enfocará en atender la emergencia económica y su devastador impacto social, que enfrentamos a principios del 2015.