Para recordar: “…Y fue escrito un libro de memoria ante él en favor de los que reverencian al Eterno, y piensan en su Nombre” (Malaquías 3:16).
Cuando redactábamos este artículo se había aceptado, en la Asamblea Nacional, una prórroga para que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentara el documento administrativo llamado “Memoria y Cuenta (2014)”, contemplado en la Constitución en el artículo 237º.
Hablar de algún libro de Memoria no es nuevo. Hace muchos años, Dios le dijo a Moisés: “Escribe esto en un libro para memoria y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo” (Éxodo 17:14).
Para el año 457 a.C., el gobernante Darío refrendó el decreto de su colega Ciro para la reedificación del templo de Jerusalén, encontrado en un libro llamado: “Memoria”, en Acmenta, provincia de Media (Esdras 6:1,2).
El profeta Malaquías menciona que en el cielo, hay un libro de memoria “en favor de los que reverencian al Eterno, y piensan en su Nombre” (Malaquías 3:16).
En tal sentido White, Elena. (E.W.) dice: “No es asunto de poca importancia que una familia que vive en un vecindario de no creyentes se mantenga como representante de Jesús guardando la ley de Dios. Se nos requiere que seamos epístolas vivientes, conocidas y leídas por todos los hombres” (A fin de conocerle, 28 de Mayo).
El “espíritu” del artículo 237º de la Constitución, solicita que el presidente hable todo lo relacionado: En lo político, económico, social, administrativo. Y por supuesto, eso nos afecta a nosotros, especialmente si hay aspectos negativos en el informe. En ese sentido, no sería malo que aún hasta nuestros gobernantes sepan que cada acto, cada palabra, están siendo asentados en el cielo.
La misma autora, White, dice que con diligencia se observan las obras de los cristianos y “se registra toda oportunidad de servir a Dios que no se aprovechó; y también se recuerda para siempre todo acto de fe y amor”. (Conflicto y Valor, 16 de Sep.). El uso o no, de los dones materiales o espirituales, son tomados en cuenta para nuestro libro (Consejo Sobre Mayordomía Cristiana, sección III, cap.17).
Preguntamos: ¿Será que los gobernantes están luchando por ayudar, de verdad, a toda la población de la patria? ¿Contendrán los libros de “memoria y cuenta” de Venezuela, toda la verdad de lo presentado? No lo sabemos, sólo Dios lo conoce.
En el libro “Consejo para Maestros, Padres y alumnos…”, dice que vamos a ser juzgados hasta por la música que tocamos y cantamos que ‘entristezca’ a los ángeles; también por nuestra conducta (alegría desenfrenada, risa grosera, ostentación en la indumentaria y atavío personal, la adulación, comida, bebidas, placer, y todo lo que haga “olvidarse de Dios”. (Sección IX, capítulo 47, E.W.).
Ningún ser humano está exento de ser chequeado en los libros celestiales para el juicio final. En el Catecismo Católico se señala: “Creo en Jesucristo, Hijo Único de Dios… desde allí ha de venir a Juzgar a vivos y muertos”.
Aunque White vio arrepentirse a muchos de sus pecados, aún tenemos “tiempo” para hacer la voluntad de Dios, que son aspectos anotados en el “libro de Memoria” antes que se cierre la “Gracia”. Y, hacemos otra pregunta: ¿Qué se registrará de acá en adelante en nuestro libro de memoria y cuenta; sea del presidente o de algún ciudadano común?
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