Los miércoles son los días que la mayoría de los comercios de Barquisimeto reciben mercancía. y hoy no fue la excepción. En grandes supermercados del este de la ciudad el panorama se repetía: largas colas en las afueras de compradores esperando conseguir algún producto de la cesta básica con precio regulado.
Desde la madrugada, las personas llegan a formarse uno detrás de otro. En la mayoría de los casos vienen equipados, con desayuno, una silla, sombrillas, bloqueador, y una bolsa o maleta grande para cargar con los productos que consigan en el supermercado. El sol, el calor, el hambre y hasta la violencia, en algunos casos, se ha apoderado de esta situación.
Por su parte, el gobierno insiste en la llamada «guerra económica», en la que un sector de la utraderecha busca acaparar los productos que son para la venta a precios regulados.
Además hablan otra guerra: la psicológica. El gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz aseguró este miércoles que «aquí se hace cola porque hay una guerra psicológica, hay un diferencial de precios, porque la gente va a comprar porque tienes un Bicentenario que vende más barato… se compra lo más barato para revenderlo, hay gente que va a comprar porque va a comprar”.
Lo cierto del caso es que las colas continúan y se agudiza la crisis en el país, donde la golpeada economía presentó para el cierre del 2014 una inflación de más de 60% y donde además uno de cada cuatro productos de la cesta básica escasea. Y son los ciudadanos quienes deben padecer el drama de pasar hasta cinco horas para comprar pañales, leche, detergente, champú, papel higiénico, café, aceite, desinfectantes, o «con lo que haya».
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Las colas son una bofetada a la dignidad del ser humano
