La principal arteria vial de la ciudad por la gran cantidad de vehículos, livianos y pesados que la cruzan a diario hacia el centro, occidente o sur del país, no cuenta con el correspondiente mantenimiento para evitar su deterioro y problemas a los usuarios.
En primer lugar, la Circunvalación Norte ha sido convertida por personas inescrupulosas en basurero público, dejando todo tipo de desperdicios en sus orillas aprovechando la nula vigilancia de los organismos.
Afortunadamente desde Corpolara e Imaubar se han llevado a cabo operativos de limpieza en el tramo entre los distribuidores San Francisco y Pavia, pero mientras no se apliquen sanciones a los infractores de nada valdrán los mismos.
Por otra parte, de noche constituye todo un riesgo pasar por esa vía porque el patrullaje es inexistente, a lo que es necesario agregar la oscuridad reinante en varios tramos por quemas de lámparas o porque nunca han sido instaladas.
Numerosos casos de atracos y homicidios se viven en ese tramo vial por lo que muchos conductores prefieren no utilizarla en horas nocturnas.
“Transitar por la Circunvalación de noche, es buscar la muerte porque los malandros están pendientes que uno se accidente para atracarlo y matarlo si se resiste”, manifestó un camionero que sólo dijo llamarse Marcelino.
Pero en sectores como La Peña, el sedimento se convierte en otro peligro pues al llover se forman lagunas capaces de provocar accidentes.
Eso ocurre porque ningún organismo se encarga de retirar la tierra que se acumula al lado de los separadores del centro e impide que el agua circule libremente.
“Esto necesita más mantenimiento, que retiren esa arena, le pongan alumbrado y patrullaje permanente, sobre todo en la noche”, agregó Marcelino.