Cuatro homicidios fueron reportados entre la noche del sábado y parte del domingo, en el municipio Iribarren.
El primer hecho se produjo, a las siete de la noche del sábado en la manzana 9, calle España, del barrio La Concordia I, al oeste de Barquisimeto.
La víctima fatal fue un adolescente de 14 años, quien murió de múltiples impactos. Por fuentes policiales se conoció que a la residencia llegó un par de motorizados, buscando a un joven que no se encontraba en el lugar y en vista que no lo localizaron le dispararon a su hermano de 14 años. Después recorrieron los cuartos de la casa y disparaban en contra de todos los que allí conseguían.
Sólo el adolescente perdió la vida, pero resultaron heridos una joven de 17 años, el padrastro de la víctima fatal y otro muchacho, todos trasladados hasta el Seguro Social Pastor Oropeza, en donde fueron atendidos y hasta ahora sus condiciones de salud son estables.
Fue amarrado
A las 6:30 de la mañana del domingo le reportaron a la Policía de Lara la presencia de un cadáver detrás del estadio Aquiles Machado y a unos 200 metros de la entrada del Pedagógico.
Aunque el reporte fue a esa hora vigilantes de la zona indicaron que ese joven estaba tirado desde las cuatro de la mañana. El muchacho no portaba identificación alguna.
Su cuerpo estaba entre la basura, boca arriba. Es de contextura delgada, tez blanca, mide aproximadamente 1,75 metros y su edad promedio es entre los 22 y 30 años.
En el momento del hallazgo llevaba puestos unos zapatos deportivos blancos con azul, un blue jeans, bóxer azul, una correa beige con gris y una camisa de rayas blanca con gris.
Se le observó sangre en el pie izquierdo y allí tenía una tira de una sábana aparentemente utilizada para amarrarlo. En sus manos signos de que estuvo amarrado.
Cargaba un escapulario de plástico negro
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc hicieron el levantamiento del cuerpo y no llegó doliente alguno y hasta la noche del domingo no había sido reconocido.
Murió al mes
Néstor José Castellanos Hernández, de 59 años de edad, desde hace seis años trabajaba cuidando carros en las afueras del centro comercial El Recreo. Su horario era de siete de la mañana a siete de la noche y de allí retornaba a su hogar, donde tenía dos años residenciado en la carrera 23, con callejón 1, casa 1 de la parte alta del barrio La Cruz.
Castellano Hernández, el 18 de diciembre se encontraba trabajando cuando unos motorizados lo encañonaron para robarlo y lo despojaron del dinero que había hecho, de su celular y un reloj y no bastando con eso le dispararon en la ingle.
El hombre fue auxiliado y llevado al Hospital Central en donde lo operaron y la cirugía resultó ser exitosa.
El sábado fue llevado por familiares a hacerle las curas. Él se movilizaba en muletas, relató Néstor Castellano su hermano morocho, quien asegura que a pesar de eso había mostrado una mejoría.
Víctor Colmenárez, dueño de la residencia, comenta que a las ocho de la mañana de este domingo Néstor le grió y le dijo que lo ayudara; que se había caído. Cuando lo vio estaba lleno de sangre, fue a buscar una ambulancia y cuando retornó era demasiado tarde: había fallecido.
En Valles de Uribana
Otro hecho de sangre se registró a las dos de la tarde de ayer, en el sector Valles de Uribana, donde fue ultimado a tiros un joven de 16 años.
Al adolescente le propinaron un disparo de escopeta en la cara, cuando se encontraba en la calle 10 con carreras 3 y 4 de la comunidad, visitando a su novia. Al parecer sus enemigos lo vieron por el lugar y decidieron darle muerte.
Trascendió que el infortunado residía en Las Casitas, al norte de la ciudad, y presutamente era integrante de la banda El Zancudo.
Efectivos del Cicpc llegaron al sitio para efectuar el levantamiento del cádaver y trasladarlo hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda