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Las comunidades del oeste de Barquisimeto se quejan constantemente de la falta de servicios básicos en los distintos urbanismos que la conforman. Su inconformidad con la gestión pública la demuestran con manifestaciones de calle y cierre de vías, como la Avenida Florencio Jimenéz, punto neurálgico del tránsito automotor que proviene del occidente del país.
El caso del barrio La Lucha no es la excepción. Con más de 30 años de fundación, el sector cuentan con tuberías de aguas blancas, sin embargo, nunca los habitantes han podido conseguir que una gota de agua llegue hasta sus hogares por este sistema. Aseguran que pueden hacerse del preciado líquido a través de la contratación de cisternas.
Además existen otros problemas como el servicio de aseo urbano que tiene más de un mes sin recoger la basura en el sector, lo que podría traducirse en enfermedades contagiosas para quienes allí conviven.
El tema del asfaltado es otra asignatura pendiente para las autoridades de la Alcaldía de Iribarren. Los vecinos exigen mejora en la calidad de vida.
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