José Pastor Díaz Torres (26) era sargento segundo de la Guardia Nacional. Estaba destacado en la Guardia del Pueblo en Caracas y estaba en proceso de pedir la baja.
Había venido de permiso a su ciudad natal.
El joven residía en Santo Domingo y cada vez que visitaba Lara acostumbraba visitar a sus amigos de infancia. Eso fue lo que hizo el domingo a las 10:30 de la mañana.
Se fue en su moto, una Susuki azul, y se llevó su arma personal, una Pietro Beretta, calibre nueve milímetros.
Había recorrido unas diez cuadras, iba por el sector La Ventosa, para bajar del Garabatal, al oeste de la ciudad, cuando fue interceptado por tres jovencitos armados, quienes pretendían despojarlo de su moto y su arma.
El uniformado desenfundó su arma de fuego y al menos unas diez veces disparó en contra de los presuntos delincuentes. Ellos también accionaron sus armas.
Con un revólver calibre 38 le dispararon en el pecho y en el brazo al castrense, haciendo que cayera tendido en el piso.
Los jovencitos, una vez que vieron mal herido al funcionario, le quitaron de la mano el arma de fuego.
Todo fue tan rápido que uno de los delincuentes dejó caer un arma, tipo escopeta, calibre 12, de fabricación casera con empuñadura negra y el pasamanos de madera.
Uno de los presuntos asesinos resultó herido en el glúteo izquierdo y fue detenido en la emergencia del Hospital Central. Se trata de un adolescente de 17 años, apodado El Luisito. Están tras la pista de los otros dos, que son del Garabatal arriba.
La víctima tenía cuatro años en la Guardia Nacional y deja huérfana a una niña de tres años.