Este domingo, el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles expresa en su columna publicada en el blog henriquecaprilesradonski.com que la crisis económica actual del país es el resultado de la destrucción de la producción nacional y el despilfarro de la riqueza nacional.
Acá les dejamos la columna completa, donde Capriles llama a trabajar unidos para salir de la crisis:
Nada justifica que luego de una bonanza petrolera, con la que ingresaron a las arcas de la nación en los últimos 12 años, casi 800.000 millones de dólares, no haya harina para las arepas.
Los productos que desaparecieron de los anaqueles son incontables. Nunca antes en la historia de nuestro país, los venezolanos habíamos vivido una situación tan dramática como la que estamos pasando. Y que nuestro pueblo sepa, la escasez no es producto de la caída de los precios del petróleo.
La crisis económica que vive nuestro país, es el resultado de la destrucción de la producción nacional. El gobierno, que sigue imponiendo, a la fuerza, un modelo desfasado y trasnochado, es el único responsable de que hoy los venezolanos tengan que pasar la noche, en la que deberían estar descansando para ir al otro día a sus trabajos, a las afueras de un mercado para poder llevarles leche y pañales a sus hijos. Nicolás y su gobierno son los únicos responsables de que muchos hermanos hayan fallecido, esperando durante meses, por una intervención quirúrgica, porque los hospitales no cuentan con los insumos necesarios.
En nuestra Venezuela no hay medicinas, no hay productos de higiene personal, tampoco hay algunos alimentos, pero estos últimos, según Nicolás, se los vamos a enviar a Qatar. Nicolás definitivamente no conecta el cerebro con la boca. Nada distinto se puede esperar de un gobierno que despilfarró y se robó los reales para misiones y los recursos para construir escuelas y dotar los hospitales. De paso, también se robaron más de 25 mil millones de dólares por Cadivi a través de empresas de maletín.
A nuestros hermanos que aún sienten algún tipo de expectativa con el gobierno, les pedimos que abran los ojos, para que se den cuenta, de una vez por todas, que ese modelo se agotó. Eso que llaman revolución se acabó, se terminó. Es tiempo de que piensen en ustedes, en su futuro, en el futuro de sus hijos. No vale la pena sacrificar a sus familias y sus sueños por un proyecto político.
No se dejen confundir. Un gobierno tiene que estar para generar bienestar al pueblo, no para hacerle la vida más difícil, como lo hace ese grupo de enchufados, que ha tenido la desfachatez de decir que por la revolución, los venezolanos tenemos que comer menos. ¡Cuánto descaro la de esos caballeros! ¿Qué le decimos nosotros a nuestro pueblo frente a tanto descaro y desfachatez? Unión. Frente a esta situación no podemos ni acostumbrarnos, ni hacernos los locos y mirar para otro lado.
Esta crisis económica, social y política es una excelente oportunidad para unirnos y que juntos impulsemos los cambios que esta hermosa nación clama. No olvidemos que si hay algo a lo que ellos le tienen, que digo miedo, pánico, es a la unión de nuestro pueblo. Eso a ellos les preocupa una barbaridad.
Por eso en estos últimos años, siempre, han jugado y apostado a la división de los venezolanos. En la mente de ellos solo está divide y vencerás; en la de nosotros, unidos lo lograremos. Y esa es justamente la reflexión que quiero dejar este domingo: no hay nada que pueda contra un pueblo unido y que quiere cambio.
El gran reto es cómo logramos ese cambio. Aquí es donde tenemos que unirnos, no para golpear, sino como una señal de fuerza, de unión. Nuestra lucha es contra el gobierno, no contra el pueblo. Tampoco es pueblo contra pueblo, sino del pueblo contra un gobierno que les tiene la vida hecha cuadritos. Eso tiene que quedarnos claro a todos los venezolanos.
Eso sí, el cambio del que hablamos, es constitucional, electoral, pacífico y democrático. Los demócratas no tumbamos gobierno, cambiamos gobiernos y el desafío que la unidad tiene por delante, es cambiar constitucionalmente a un gobierno que no juega limpio y que no es democrático. Por eso el cambio que promovemos e impulsamos es de acuerdo a lo que establece nuestra Carta Magna.
Este año, los venezolanos tendremos la posibilidad de renovar el Parlamento. Podemos hacerlo, solo si nos organizamos y nos unimos. Recordemos que la Asamblea Nacional promulga leyes en beneficio del pueblo, aprueba el presupuesto de la nación, renueva los Poderes públicos, controla el gasto público, aprueba créditos adicionales, puede liberar a los presos políticos. Pero lo más importante de esta elección, es que puede ayudarnos a abonar el camino para el objetivo superior: el cambio de gobierno y de todo este desastre.
Tengamos presente que nunca antes el gobierno había estado tan mal. Por eso andan tan nerviosos, desajustados e intentando generar escenarios y crear matrices de opinión que solo les convienen a ellos. Nosotros tenemos que seguir enfocados en lo que queremos la mayoría de los venezolanos: cambiar para progresar.
A todos los venezolanos también queremos decirles que la unión no se circunscribe a la Mesa de la Unidad Democrática, porque esta trasciende los partidos políticos y desde esa unidad hemos construido una alternativa que nos convoca a todos. Esa es una muy mala noticia para los enchufados. La unidad viene repotenciada, con miles de venezolanos, que antes militaban y simpatizaban con el proyecto del gobierno.
Llegó el momento de avanzar. Vamos Venezuela, que sobran razones para unirnos. ¡Que Dios bendiga a nuestro pueblo!