Rafael Torres, padre de Yeralf José Torres Hernández, de 19 años, quien perdió la vida en un accidente automovilístico la tarde del miércoles, está desconcertado. No puede creer lo que le pasó al mayor de sus tres hijos.
El hombre, en medio de las lágrimas que no paraban de recorrer su rostro, narró que esa tarde pasó por el lugar del suceso, pero nunca imaginó que era su hijo quien estaba en medio del amasijo de hierros.
“Lo dejé descansando y cuando regresé ya no estaba. No sé si fue por el instinto pero recordé lo que había visto en la Ribereña; al rato me avisaron lo ocurrido”.
Ayer estaba en la funeraria donde velaban los restos del joven prospecto de los Bravos de Atlanta y del Cardenales de Lara. “Jugó en República Dominicana y en Estados Unidos. Era pitcher derecho, pues desde los cuatro años comenzó a entrenar en la escuela de Fundalara. “Nos pidió que lo ayudáramos y le cumplimos su sueño. Era un muchacho que no salía ni tomaba”.
Al otro lado de la funeraria estaba un grupo de amigos y compañeros del beisbol, uno de ellos José Olivo, quien compartió con el hoy occiso en los diamantes. “Era muy centrado y tranquilo. Comenzó como jardinero y después pasó a lanzador”. Cabe destacar que es el segundo pelotero de la escuela Futuras Estrellas que pierde la vida en accidentes de tránsito, pues el año pasado pasaron por una situación similar.