Sólo son pistas pero nada confirmado sobre la ubicación de la avioneta desaparecida desde la mañana del lunes en Lara. La zona del cerro Terepaima fue peinada por tierra y aire.
Ayer la vía de Barquisimeto a Acarigua fue divida en cuatro cuadrantes y a las 09:30 a.m., salió la primera avioneta. Pablo Arráez, hijo del piloto Salomón Arráez, explicó que quizá la aeronave cayó en medio de unos árboles, los cuales abrieron y cerraron con el peso, por lo cual, desde el aire no se observa bien. “Son muy altos, de 40 a 30 metros, por eso un grupo de motorizados rústicos iniciaron la búsqueda terrestre. Llevan agua y utensilios de primeros auxilios”. Este jueves se unirán otros.
Para él continúa la esperanza de encontrarlos vivos. Lo vivido junto a su padre le hace creer que pudo maniobrar ante cualquier situación de siniestro. Desconoce si llevaban un GPS, “porque se conoce la ruta de memoria, incluso, de ida siempre decía que le daba más hacia la izquierda, donde está lo llano para evadir los cerros. Era un poco de precaución que siempre tuvo”.
La incertidumbre reina entre ellos. “Esto es estresante”, ratifica. Su teléfono no para de sonar; lo llaman distintas personas, incluso algunos familiares desde Miami que esperan venir para acompañar en la búsqueda y esperar juntos alguna noticia.
“Mi papá es un hombre muy experimentado, siempre dice: Rumbos, velocidad y altura… conserva la dentadura”, recuerda con cierto humor. “Antes de salir expresaba: Comando, instrumento y alerones… era como un hábito creado que tenía y así sentía que todo marchaba bien”.
Arráez recuerda que desde la infancia su padre les hablaba de la aviación. “Esa es su vida. Incluso, sus juegos de infante eran unos columpios de madera y se movía como volante. Eso lo llevaba en la sangre”.
Petición a la Divina Pastora
Por su parte, Raúl Ramos, nieto de Salomón Arráez, confesó que “le pedí a la Divina Pastora nos diera algo y mandó unas señales. Queremos encontrarlos ya”, afirma. Agradece el respaldo que les han manifestado desde el Aeroclub, también al Gobierno y a los entes que han prestado su colaboración para el rescate de su abuelo y de Armando Javier Mogollón.
“Ese es un zorro viejo; había tenido aterrizajes forzosos. En esta oportunidad era un vuelo de unos 55 minutos, por lo cual pensamos que cuando se dio cuenta del mal tiempo, intentó regresar y quizá ahí fue cuando tuvieron un accidente, lo que sí está casi descartado es la posibilidad de un secuestro porque cuando se comunicaron lo hubiesen dicho en clave”.
Además, razona, habrían abandonado la aeronave para trasladarlo en un carro. Ramos cuenta que el experimentado piloto tenía por costumbre volar el primero de enero y el 14 de enero. El día de la procesión de la Madre de Dios, sacaba una pancarta que decía: ¡Salve Reina!”
No hubo sobrevuelo
El comandante de Apoyo Aéreo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Bruno Hernaiz, informó que no hubo sobrevuelo en la procesión 159 de la Divina Pastora, toda vez que están dedicados a la ubicación de la avioneta desaparecida desde el pasado lunes.
