El magisterio venezolano no tiene nada que celebrar este Día del Maestro, porque en estos momentos atraviesa por uno de sus momentos más críticos, a pesar de tener un contrato colectivo con mucho contenido social, que además fue firmado por cuatro ministros del actual Gobierno.
Así lo manifestó este miércoles el presidente de la Federación Venezolana de Maestros, Orlando Alzuru, en nombre de todas las federaciones signatarias de la VII convención colectiva del sector educativo.
«Este avance se ha visto empañado por la violación del 73% de las cláusulas de dicho contrato por parte del Ministerio de Educación», sentenció.
Explicó que en la actualidad un profesor recién graduado gana un salario de 5.556 bolívares y uno con 20 años de experiencia apenas llega a 8.235 bolívares mensuales.
«Por esta razón estamos solicitando al Gobierno nacional un ajuste salarial antes de la firma del próximo contrato colectivo de dos salarios mínimos para cada educador», dijo.
Mencionó que otro de los grandes problemas es la falta de seguridad social, ya que el Ipasme se encuentra «prácticamente colapsado». El próximo 26 de enero acudirán a la Asamblea Nacional para exigir la discusión inmediata del Proyecto de Ley del Ejercicio de la Profesión Docente. El próximo 20 de enero acudirán a la sede del Ministerio del Trabajo para activar el artículo 440 de la LOTTT para que el patrono, en este caso el Estado, de una respuesta a las cláusulas pendientes.