La Virgen María, en sus distintas advocaciones, es reconocida por los cristianos católicos como “Reina”, por ser madre del “Rey de reyes”, Jesucristo.
El papa Juan Pablo II, habló en 1997 sobre la Virgen como “Reina del universo”, ocasión en que recordó que “a partir del siglo V se comienza a atribuir a María el título de Reina. El pueblo cristiano, con este ulterior reconocimiento de su dignidad excelsa, quiere situarla por encima de todas las criaturas, exaltando su papel y su importancia en la vida de cada persona y del mundo entero”, según se resalta en página oficial de internet de los católicos Catholic.net.
Las virtudes de humildad, fe inquebrantable, valor, paciencia, esperanza en Dios y amor hacia el Señor, demostradas por María en su vida terrenal, hacen que los cristianos la veneren con tanta devoción. María es la intercesora celestial de los hombres. “Dios ha instituido a Maria como Reina del cielos y tierra, exaltada sobre todos los coros de ángeles y todos los santos. Estando a la diestra de su Hijo, ella suplica por nosotros con corazón de Madre, y lo que busca, encuentra, lo que pide, recibe”, destaca el sitio web.
Bajo el manto de la Santísima Virgen, en la advocación de la Divina Pastora, patrona sentimiental de los larenses, se cobijan miles de familias que a diario acuden a su casa, en el templo Santa Rosa de Lima, para pedir favores, rendirle homenaje y venerarla.
En su presencia, los fieles se sienten protegidos y confortados, envueltos en sentimientos encontrados de alegría y llanto, difíciles de explicar.
Los domingos a lo largo del año y en las semanas previas a la procesión de la Virgen y su consecuente peregrinación por varios templos de Barquisimeto, es cuando se observa en el pueblo de Santa Rosa una mayor presencia de grupos familiares.
José Luis Unda, miembro de la Cofradía Divina Pastora, señala que la madre es venerada por adultos mayores, adultos, jóvenes y niños, que llegan a la iglesia en grupo o de forma individual.
“Muchas familias llegan al pueblo por curiosidad, para averiguar sobre la advocación de la Divina Pastora y, la mayoría, decide quedarse para ayudar a quienes trabajan en el templo y a los necesitados. Lo mismo me ocurrió a mi, llegué por la necesidad de conocer más sobre los sentimientos de emoción que general la Virgen en los fieles”.
Los testimonios de muchas familias muestran los favores concedidos por la mediación de la Divina Pastora en el cielo. “Esos favores son otorgados con según el tiempo de Dios, para unos llegan rápido pero para otros se requiere más tiempo terrenal”, aclara Unda.
“Así como le pedimos a la Madre y al Padre celestial, cada uno de nosotros debe reflexionar sobre su propio estilo de vida y dar gracias por las bendiciones que se reciben a diario… para pedir hay que dar e intentar vivir según el ejemplo de Cristo. Muchas veces creemos que no se cumplen nuestras peticiones, pero quizás se nos están concediendo otros favores que no vemos o no valoramos. Las peticiones se cumplen cuando se piden con fe y con la certeza de que serán concedidas según el tiempo perfecto del Señor”.
Agradecidas por sus milagros
La fe de las integrantes de la familia González es evidente desde la distancia, llegaron en silencio al templo de Santa Rosa, el último domingo de Adviento, tiempo en el que los cristianos católicos se preparan para celebrar el nacimiento de Jesús.
El domingo 21 de diciembre, fue la fecha elegida por ellas para visitar la iglesia, agradecer por un año más de vida y de salud, y presenciar a la Virgen en calma mucho antes del día de la procesión número 159.
En sus rostros se observaba esa emoción inexplicable que sienten los feligreses cuando están en presencia de la imagen venerada y cuando se les solicitó su testimonio de fe, no dudaron en ofrecerlo.
Viven en el sector El Cují, al norte de Barquisimeto, aseguraron que visitan con frecuencia el templo, en especial cuando se acerca la fecha de la procesión.
Eva González habló emocionada sobre su agradecimiento por los favores recibidos gracias a la intercesión de la santísima Virgen.
“La Divina Pastora me protege desde que tengo uso de razón, por eso siempre la venero y le agradezco… desde que tengo uso de razón conozco su gracia y sus favores”.
Su fe ha sido transmitida a sus hijas Rosi y Wanda, y ahora a sus nietas Nahomi y Valery.
“Mi primera nieta nació con problemas de tiroides y pedimos a la Virgen que intercediera por su salud y nos ha cumplido” contó.
Durante el embarazo de una de sus hijas, también hubo complicaciones. “El ginecólogo dijo que mi nieta Valery venía con problemas de bajo de peso y retraso general, rogamos mucho a la Virgen por su nacimiento y sanación, y gracias a Dios y a la Divina Pastora la bebé nació sana”.
Recientemente la señora Eva conoció su propia complicación de salud y ese era uno de los motivos de la visita al templo.
Petición
Salud es la principal petición de la familia González para este año, en el que se cumple la visita número 159 de la Divina Pastora a Barquisimeto.
Eva, Rosi y Wanda aseguran que la mediación de la Virgen las ha sanado
Familias unidas en la fe y la veneración
Aguilar- Abarca, González- Erebrie y González Durán, son tres familias entrelazadas por la vida, el amor y la fe. Su creencia en Dios y la Virgen está presente desde que cada una de sus integrantes tienen uso de razón.
La fe ha estrechado los lazos de estas familias desde que se conocieron. Ahora, todos sus integrantes comparten mucho más que sentimientos de amor.
Jenalex Durán Aguilar de González cuenta que desde hace más de 20 años acude a la procesión de la Divina Pastora en compañía de su abuela Elba Abarca.
“Siempre le pedimos que mantenga unida a la familia y salud. Es inexplicable la emoción que sentimos al ver a la Virgen, lloramos sin saber por qué y nos reímos sin entender por qué lo hacemos. Lo que siento por ella es indescriptible”.
Recuerda que estaba muy pequeña cuando comenzó a hacer todo el recorrido de la multitudinaria procesión que se cumple cada 14 de enero, desde el pueblo de Santa Rosa hacia la Catedral de Barquisimeto.
“Recuerdo que me amarraban con una cuerdita para que no me perdiera y gracias a Dios nunca me perdí”, acota.
“Siempre me inculcaron ver a la Divina Pastora como una madre, como la que nos cuida y protege, siempre he tenido esa imagen de ella y eso es lo que ahora transmito a mi hijo Luis Alfredo”.
Según Jennifer Aguilar Abarca es una tradición de fe que se transmite de generación en generación. “La devoción que sentimos por la Virgen es inmensa e inexplicable”.
Beatriz Erebrie de González llegó hace 32 años a Barquisimeto y asegura que en Caracas, donde vivía, nunca vivió algo como lo que ocurre en esta tierra bendecida por la Pastora de las Almas.“Cuando llegué me conmovió la cantidad de personas que vienen a verla y en especial el hecho de los niños tan pequeños como nieto Luis Alfredo sepan quién es la Divina Pastora y le pidan la bendición, algo que me parece bueno en especial en esta época cuando estamos tan faltos de valores. Necesitamos que la Virgen interceda por nosotros ante su Hijo para que nos guíe por el camino del amor y la hermandad como país”.
Petición
Los deseos de estas tres familias unidas por el amor y la fe, se orientan hacia la unión.
“Que todos tengamos presente que debemos amarnos y ser unidos. Que interceda ante su Hijo para que nos guíe en el camino que debemos seguir como país para salir adelante”
Bajo la protección de la Madre
En el capítulo conclusivo de la Constitución Conciliar Lumen gentium sobre la Iglesia dedicado a la Virgen María se señala que “la función materna de María hacia los hombres, de ninguna manera oscurece o disminuye la única mediación de Cristo Jesús ante Dios, sino que enseña su eficacia”.
“Ella se convirtió para nosotros en la Madre en el orden de la gracia. Por esta razón María es invocada por la Iglesia con los títulos de abogada, auxiliadora, socorredora, mediadora”, acota el documento.
La Virgen, en la advocación de la Divina Pastora, es sin duda la madre celestial de los larenses y en su casa escucha las súplica de los feligreses.
Conscientes de que ella fue madre, muchas mujeres acuden a ella para pedirle que interceda en el milagro de la concepción. Así lo hizo María Soledad Marcano, junto a su esposo José Carrasco.
“Nos costó concebir a nuestro primer hizo Mateo. Por eso, nos encomendamos mucho a la Divina Pastora”, contó María Soledad, quien ahora agradece cada día por la bendición contar con su segunda hija llamada Leticia.
Como católicos, los Carrasco- Marcano siempre van a misa en La Rosaleda y cada vez que pueden acuden al templo de Santa Rosa para venerar a la Divina Pastora. “Comos barquisimetanos tenemos una vinculación muy importante a la Virgen y queremos transmitir esa fe a nuestros hijos”.
Para el 2015 esta familia pide bendición y paz. “Debemos seguir teniendo fe, orar y rezar, pedir a la Divina Pastora y a nuestro Dios que nos guíe e ilumine”.
Petición
Los Marcano Carrasco abogan por salud, amor, paz y unión para todos los venezolanos.
“Pedimos a la Virgen María que bendiga a Venezuela y nos traiga mucha paz para este 2015”