Adultos mayores se refugian en la fe, en medio de una sociedad que los desplaza

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Los adultos mayores de hoy fueron los jóvenes de ayer y, de acuerdo a la manera cómo se les trate, serán los jóvenes del presente tratados en su ancianidad, el día de mañana.

Para la psicólogo especialista en el adulto mayor, Isabel Bonilla, resulta crucial para la sociedad brindarles calidad de vida, puesto que son ellos quienes transmiten con sus relatos las historias y valores de una cultura.

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Reconoce que para la mayoría de los adultos mayores el tiempo presente no es mejor que el pasado, porque en aquel entonces contaban con vigorosidad, sumado a que el país ha cambiado intempestivamente. No obstante, cree conveniente brindarles el apoyo y amor que demanden.

Recuerdos de plaza

Resulta familiar apreciarlos sentados en las plazas larenses, esperando que corra la mañana. Pero no se trata sólo se ver pasar el tiempo, sino de recordarlo.

Como Edicta Aricuco, dama barquisimetana, quien asegura que la ciudad en la que creció era más cordial que la de ahora, y como muchos ancianos lamenta que no se les respete ni dé el valor que merecen.

Pero en su corazón existe una motivación más grande y es la espiritual, la fe en Dios y en la Divina Pastora, a quienes se encomendó siete años atrás antes de ingresar al quirófano por una lesión en su pie izquierdo.

Camina sin problemas y hoy espera acompañar en procesión a la Virgen, junto a su familia.

Para Bonilla, el componente espiritual resulta un importante elemento para el alma de los adultos mayores. Explica que no con esto quiere decir que quienes no conserven las mismas creencias tengan una vida infeliz, sino que la fe los mantiene vivos y esperanzados.

La especialista refiere que a medida que pasan los años se afianza la fe en las personas, puesto que en su vida han tenido que superar múltiples obstáculo. Allí reside la posible distinción entre el nivel de fe de un adulto mayor y un joven.

Para Bonilla más allá del aspecto religioso el ser humano necesita creer en algo y, actualmente, el tema espiritual cobra gran fuerza.

Edicta sigue creyendo en la Pastora de Almas y le pide la bendiga con salud y vida.

Se pierde el respeto

Para la psicólogo especialista en el adulto mayor se ha perdido el respeto hacia ellos, porque la misma sociedad, en su ir y venir, los ha dejado desplazados, sin percatarse que con esto también se abandona la memoria colectiva.

Detalla que si bien es cierto que en los adultos mayores suelen presentar la resistencia al cambio, entre otras razones porque ellos pierden el liderazgo en casa y pasan a ser sus hijos la cabeza de hogar, es preciso brindarles el amor y respeto que merecen.

La psicólogo comenta que las diferencias de pensamiento entre generaciones jóvenes y de adultos mayores, son propias de la historia.

No obstante, es necesario propiciar un proceso de equilibrio, en el que los adultos mayores se sientan activos y útiles, y no desplazados, como ocurre con muchos adultos jubilados. Preciso será salir en familia, distraerse, gozar de los seres queridos y emplear el tiempo en aquello que más se desea.

Recuerdos de Barquisimeto

Mary Vargas, tiene 67 años de edad y dice que con sus años lo primordial es la salud.

Como cabeza de hogar le pide a la Virgen la unión de las familias en Venezuela, puesto que observa con preocupación que la sociedad está fragmentada por la falta de valores, los cuales deben ser enseñados en casa.

“Ahora los jóvenes andan en malos caminos, más que antes. Hay mucha maldad en la calle y los cristianos deberíamos estar agradecidos por estar en esta tierra y gozar del don de la vida”, comentó la dama larense, quien repudió no sólo los asesinatos e impunidad en la sociedad, sino también los abortos y otros crímenes. Pide a la Virgen ilumine Venezuela, para que vuelva a ser el país de antes. Con sentimiento, recuerda la ciudad de Barquisimeto como “bella” y extraña la educación y la amabilidad que años atrás desbordaba por sus calles.

“A mí me da sentimiento ver cómo está mi país y que mis nietos no hayan podido crecer en esa hermosa tierra que yo crecí”. Añora los años en los que caminaba por la urbe y con cualquier persona podía entablar una conversación. Para ella, el barquisimetano de antes era más amable que el de ahora.

Debe existir respeto

Como patrona y madre de los larenses, Oswaldo Espinoza, de 67 años de edad, le pide a la Divina Pastora prosperidad, paz y que el Gobierno, en sus tres niveles, recapacite ante la situación del país. “Que recuerden que los adultos mayores también somos venezolanos, que tenemos derecho a prosperar y tener una vida mejor”.

Pide que ilumine a los gobernantes para que atiendan a las comunidades y dejen de lado la desidia y desunión, que divide a Venezuela en dos grandes grupos.

También ruega por seguridad, no sólo en las calles y ante la violencia, sino seguridad social, para que los ciudadanos disfruten de salud y alimentación, como en años anteriores.

Lamenta que en la actualidad rechacen y maltraten a los adultos mayores, a diferencia del Barquisimeto de antaño, tiempos en los que imperaba el respeto y la seguridad.

“Cuando la Divina Pastora se dejaba venir por la ciudad, era un gozo espiritual inmenso. Pero ahora ven el día de la procesión como una oportunidad para hacer comercio y ese no es el deber ser”.

Pide a la Virgen un voto de paz y tranquilidad para que Lara sea la tierra de antes.

Que renazca el país

“La única petición que le hago a la Virgen, y de corazón, es que Lara salga a flote”. Para Lorenza Polanco, su tierra sufre una lamentable represión económica que genera conflicto y divide al pueblo.

Comenta que la ciudad muestra un aparente crecimiento y normalidad, pero para ella, en sus recuerdos y en el sentimiento, no es lo mismo de años atrás. Las colas y el desestímulo que viven los ciudadanos no le permite crecer.

“En mis recuerdos Barquisimeto era una ciudad espléndida, no sólo económicamente, sino también en lo cultural y social”, manifiesta Lorenza, a quien entristece que ahora no haya respeto por los adultos mayores.

“Se han perdido valores como el respeto y protección a ancianos y niños… me gustaría que eso fuese un renacer y que en este 2015 disfrutásemos la bendición del resurgimiento de nuestro país”.

A Dios, primeramente, y a la Virgen, agradece la salud de su familia. Con alegría comenta que mejor salud no podría tener.

Tiempos de gloria

David Carrera fue figura del boxeo larense. Trabaja como comerciante en la Plaza La Justicia de Barquisimeto y todos los que por allí pasan los reconocen como una “gloria deportiva”.

Como muchos barquisimetanos, es devoto de la Divina Pastora, pero sus 70 años de edad le impiden realizar actividades que en su juventud lograba con entusiasmo. En esta procesión 159 pide a la Patrona de los larenses mejoría en su salud, puesto que el correr del tiempo le ha hecho padecer de la servicial, además tiene problemas de artritis.

Esta gloria del boxeo recuerda Baquisimeto como una ciudad sana y no violenta. Pero “ahora hay mucho muchacho perdido en las drogas y quisiera que la virgen los ayudara, que intercediera ante su hijo por ellos”. Lamenta que no vean el deporte como una alternativa para crecer como personas.

No sólo fue boxeador, inició a los 17 años y practicaba el gimnasio adyacente al Chino Canónico. También sirvió a su país en el ejército venezolano… para él tiempos maravillosos que jamás olvidará.

Salud es lo más importante

Rafael Jiménez es barquisimetano. Tiene 70 años de edad y se describe como devoto de la Divina Pastora.

Explica que su fe por la Patrona de los larenses inició por su familia, con el ejemplo en casa de sus padres. Con precisión no recuerda cuáles eran las peticiones para la Virgen, pero dice que jamás los olvidará en oración.

A pesar de su devoción, dice que no acude a la procesión porque esta se ha convertido en un “caos” y que no es lo mismo de antes.

“Pasa uno mucho trabajo y asisten muchas personas para pasar el momento alegre, sin darle la importancia espiritual que merece”.

Prefiere esperarla en la Parroquia Virgen de Altagracia, encontrarse con ella y rezar como aprendió de sus padres.

Como muchos adultos mayores, le agradece a Dios y a la Virgen por salud y prosperidad.

“Con esta edad interesa más la salud que el dinero”, señaló el señor Jiménez quien es adulto pensionado.
Lamenta que por la situación del país, éste le alcance sólo para lo necesario y no para recrearse.

Sus expectativas para este 2015 están concentradas en la salud, siempre confiando en Dios.

Del Barquisimeto de antes extraña la seguridad y cordialidad de los ciudadanos. Apunta que con esto no se refiere al Gobierno, puesto que los valores y la buena crianza inician en casa.

A su juicio se debe promover la espiritualidad en la ciudadanía, para que así aprendan a querer, respetar y valorar.

Se requiere de espiritualidad

“Que se lleve el Chikunguña”, pide Oscar González a la Virgen, barquisimetano que aspira que en este 2015 mejore la situación económica en Venezuela, “estancada”.

También le ruega se reactive la economía del país y de Lara, estado que recuerda como cordial. “Ahora las personas sólo tienen miedo y temen por sus vidas”.

A su juicio se requiere más espiritualidad, de compromiso con Dios. Lamenta que las personas sólo se acerquen a la Virgen un día al año, el 14 de enero.

“Cuando vamos a la iglesia vemos los templos solos… no buscan de Dios y es él quien podrá sacarnos de esto”. Es la falta de espiritualidad causa de lo que ahora se aprecia en las calles.

 

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