Algunos con actitud estoica, otros reflejando malestar e indignación. El rostro de los ciudadanos se opaca cada vez más conforme va creciendo la cola por productos de primera necesidad. Para muchos, este sábado no fue dedicado al tiempo libre, sino a la larga espera a fin de abastecer dignamente el hogar.
Un aparente trance de desabastecimiento se delata en las calles. Miles de ciudadanos madrugaron tras la pista de productos como: pañales desechables, papel higiénico, leche en polvo, harina de maíz, pollo, carne, entre otros rubros indispensables en las despensas.
En un reconocido hipermercado ubicado al este de la ciudad, las largas filas se han convertido en costumbre en este 2015. La presencia de un combo distribuido en cuatro empaques de harina de maíz, dos mantequillas y dos jabones de baño llamó la atención de cientos de personas que se encontraban desde las 5:00 de la mañana en el sitio.
La cola partía desde la entrada del centro comercial donde está ubicado el establecimiento hasta las inmediaciones de un circo ubicado frente al Monumento al Sol. Efectivos de seguridad resguardaban el lugar y habilitaban periódicamente el ingreso de 50 personas.
“Esto es una bofetada al pueblo venezolano. La situación es insostenible. Estamos hartos de tener que hacer colas todos los días y en diferentes lugares para llevar comida a la casa. La corrupción nos está llevando a la ruina”, expresó visiblemente enfadada Flor Pérez.
Por su parte, Yoleida Perdomo, pidió que el Gobierno nacional incluya al sector privado en su propuesta de país, pues considera que este distanciamiento es una de las causas del desabastecimiento en el país. Adicionó que llegó a las 7:00 de la mañana y tenía 346 personas por delante de ella.
En otro reconocido hipermercado ubicado en la carretera Cimarrón Andresote, específicamente en Yaritagua, se evidenció por segundo día consecutivo una larga fila de personas; sin embargo, en el comercio no se encontraban productos regulados.
En Pdval la espera es la misma
También en establecimientos estatales se observó gran cantidad de personas. En el Pdval ubicado al este de la ciudad, cientos de ciudadanos esperaban bajo el inclemente sol para adquirir harina, aceite, leche, arroz y pollo a precios regulados.
En este comercio, los ciudadanos se acercaron al equipo reporteril para denunciar que estaban siendo maltratados por funcionarios de la Guardia Nacional.
