Todo lo que Dios quiere del hombre es un corazón en paz, mensaje sin vencimiento que nos dejo John Eckhart, que no debemos olvidar jamás. Tengo la plena seguridad de que nuestra existencia es aún mejor si nuestro corazón se encuentra en paz.
En mis Reflexiones en Positivo deseo siempre dejar un mensaje positivo que a mí me sirve para mi propia tranquilidad y a mis lectores como un paliativo para contribuir a que no sufran con tantas cosas álgidas, que es lo que más abunda en este mundo tan convulsionado.
En mis sueños y en los mismos a veces tengo la ilusión y converso con el subconsciente y hasta me convenzo a mí mismo, que se puede conectar con mi mente y con la mente divina y garantizarme la paz en cualquier momento, resultado que me inspira a ver feliz a todos los habitantes del planeta y ruego a Dios que el ejemplo sea nuestra querida Venezuela.
Como devoto a la Divina Pastora debo manifestar que cada día la necesitamos más, ya que es nuestra Pastora, en quien tenemos arraigadas nuestras plegarias. Compartimos nuestros problemas y nuestras alegrías y sembramos nuestra esperanza con toda humildad. Estoy seguro de que nos devolverá o nos dará mas ánimos para seguir luchando con la fe puesta en ella, para que nos ayude a conseguir el camino de ser buenos ciudadanos o ciudadanas y por qué no, pedirle a nuestra Pastora que nos grave en la mente un mensaje que nos dejó la Madre Teresa de Calcuta, que dice que «aun estando cansada, al levantarse y al ponerse las sandalias le suplicaba a Dios le condujera a donde pudiera hacer el bien”.
De todas partes del país y del mundo vienen devotos a su procesión para caminarla, para cantarle y a adorarle, en comunión. ¡Salve Divina Pastora! Madre del Redentor, que a tu pueblo no abandonas y concedes con tu amor, peticiones y deseos e intercedes con tu hijo por nosotros los que deseamos su ayuda y protección.
Esto no es mucho pedir, Divina Pastora, tu jamás nos has fallado a todos los que te amamos. Tenemos la esperanza de que se nos devuelva la paz, la idiosincrasia que nos hace respetable, no como estamos ahora, patrona, tú sabes mejor que todos que nos están viendo en el mundo como unos pillos o malos ciudadanos; no Divina Pastora, el amor y el respeto que sentimos por ti lo demuestra, todos somos gente buena, algunos mal aconsejados o descarriados, pero en ti está que encontremos de nuevo el camino del amor, esperanza y fe. Todos, Divina Pastora, estamos bajo tu Manto, ansiosos de una señal que nos conduzca a vivir y convivir en fila india, todos buscando la convivencia, dándole vivas a la armonía y al talento que nos conducen a una inquebrantable cordialidad, donde todos tengamos éxitos, sin ese quítate tú para ponerme yo. Te suplicamos Divina Pastora que terminemos con esos comportamientos y dale consuelo a tanta gente que sufre y no tienen quien los defienda y vean por ellos.
Divina Pastora, te pido por la salud de todos los enfermos que tanto necesitan de tu apoyo y vayan mis oraciones a Dios y a ti Divina Madre para que mejoren y calmen sus dolencias, ayúdanos a perdonar y a no tener resentimiento por aquello de que cuando hay resentimientos también hay sed de venganza, y ese no es el espíritu del venezolano. Gracias a Dios siempre hemos sido chichaqueros, querendones y olvidadizos.
Divina Pastora, bendice este mensaje de Facundo Cabral cuando nos dijo: “Si estás atento al presente, que el pasado no te distraiga, entonces serás siempre nuevo”. Por el camino del bien danos los patrones para hacer honor al mensaje de Mahatma Gandhi: «Nosotros debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo”. Por último te pedimos, Divina Pastora, salud, paz, una vida acrisolada, esfuerzo, disciplina, trabajo y perseverancia para todos, enséñanos a aprender a amar las cosas, permítenos Divina Pastora darle la bienvenida a todos los que vienen de afuera y mis deseos como anfitrión es verlos a todos unidos, sonrientes y felices, demostrando con ello que sí se puede.
Unidos todos por el éxito y el crecimiento de la familia ganadera (Fedenaga).
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