Hace un año les deseaba a mis lectores “Un venturoso 2015”, en especial porque en Venezuela se vislumbraba un porvenir nada optimista para el 2014.
Y es que pronosticar mirando los astros, lanzando los caracoles, leyendo el tabaco o la borra de café no es algo en lo que aspire a incursionar, pero profetizar el futuro de un país conociendo los antecedentes y los indicadores es “a piece of cake”, por lo que puedo asegurar que lo que viene es joropo sin alpargatas.
Adivina, adivinador
Sabemos que este año tendremos elecciones parlamentarias y que el oficialismo continuará con el fraude continuado a que nos tiene acostumbrado: el día de las elecciones el CNE emitirá una prórroga, en ese momento saldrá una gente, que los captahuellas no identificarán pero que votarán; nuevamente modificarán los circuitos electorales; habrá peculado de uso en la campaña electoral; nos calaremos la bendita baranda esperando los resultados y seguramente nos volverán a defraudar con algún chanchullo.
En cuanto a la justicia bolivariana nada nuevo que esperar, esta seguirá actuando solo a favor de los miembros del PSUV, ahora más cuando sus magistrados deberán proceder con los ojos abiertos según las instrucciones dadas por el capo de la Asamblea Nacional el día que juramentó a los “magistrados mayoría simple” que ahora integran el máximo tribunal de la nación.
En lo que concierne a la política, estará sin timonel y sin rumbo, ya que el propio jefe del Ejecutivo decidió delegar esa nimiedad en todos sus ministros, mientras él se va a dedicar a enfrentar la guerra económica, lo cual pareciera una irresponsabilidad mayúscula porque esa guerra fue anunciada en noviembre de 2013 y es ahora en el 2015 cuando se va a dedicar al tema.
Con respecto al discurso, se mostrará más errático porque al reactivarse las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se acabará el discurso majadero y trillado para encontrar en el vecino del norte las culpas de nuestras incapacidades, como si el despilfarro de más de un millón de millones de dólares, la corrupción, las expropiaciones, la falta de producción o la destrucción de Pdvsa hubiese sido ocasionada por el Imperio, a menos que nos vayan a decir ahora que el huésped de la montaña era un agente de la CIA, infiltrado para destruir el país y nuestra economía, como lo fueron en un principio Noriega o Husseim.
Sigue la tempestad
Sí de los derechos humanos se trata veremos cómo continuarán las violaciones, que según el rojo poder inmoral no existen, con lo cual no actuarán contra estos crímenes porque ellos están ahí para contribuir con un estado chavista, revolucionario y antiimperialista.
La oposición pasará los primeros meses del año dilucidando si se debe escoger a los candidatos a diputados por primarias o por consenso, luego cuanta es la cuota que les corresponde a cada partido, para finalmente presentar los mismos nombres, algunas personas sin experiencia o sin convicciones que saltarán la talanquera o no asistirán a las sesiones, con lo cual escribirá otra página sobre lo que no hay que hacer para sacar a unos autócratas.
Quisiera creer que los venezolanos despertaremos y empezaremos a actuar como ciudadanos con deberes que importen tanto como los derechos, mientras tanto no me queda más que seguir deseando un venturoso 2015, aunque soplen vientos que anuncien tempestades difíciles capear, y que Dios nos agarre confesados.
Llueve… pero escampa
@yilales