Balbino Fuenmayor se convirtió un una de las figuras principales de Caribes de Anzoátegui durante la temporada regular e inició la postemporada con un largo cuadrangular en el primer juego del round robin.
Antes de convertirse en figura y volver a mirar con optimismo su futuro, la carrera del toletero estuvo marcada por altibajos, incluso consideró la posibilidad de dejar el béisbol.
De ser considerado una de las principales promesas de los Azulejos de Toronto, organización que lo firmó por un bono de 725.000 dólares en 2006, pasó por varios circuitos independientes, en los cuales revitalizó su carrera.
“El desarrollo que ha demostrado Balbino en los últimos años ha sido positivo”, dijo Rouglas Odor, coach de banca de Caribes, según publica el portal oficial de la LVBP.
“Esta temporada dio 23 jonrones y remolcó 99 carreras con el Quebec, lo que le valió ser reconocido como el Jugador Más Valioso de todas las ligas independientes de Estados Unidos”.
“Pensé por un momento en retirarme del béisbol. Sin embargo, el apoyo familiar fue importante. La motivación de mis padres, mi madre especialmente, así como el respaldo de mi esposa e hija. Mi madre fue la que me empujó a iniciarme en este deporte y por ello fue la que siguió dándome ánimos para que no decayera”, revela Fuenmayor.
Ahora, el slugger brilla con luz propia y es probable que se vuelvan a abrir las puertas con alguna organización en MLB.