Jomel Antonio Valera López, de 24 años de edad, hace un año se graduó de la Policía Nacional Bolivariana y pasó a formar parte del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). Prestaba sus servicios en la Delegación de San Felipe, estado Yaracuy.
A las seis de la tarde del sábado llegó a su hogar, ubicado en Lomas de León, al oeste de Barquisimeto, estuvo con su madre y se acostó temprano, porque debía trabajar el domingo.
A eso de las 6:30 de la mañana la señora María Jesús López terminó de preparar el desayuno y la comida que se llevaría su muchacho. Vio la hora y se sorprendió porque no se había despertado. Decidió entrar al cuarto y lo consiguió sin vida.
Desesperada, llamó a sus otros familiares y sacaron al joven funcionario al ambulatorio de La Carucieña, pero efectivamente no tenía signos vitales.
López asegura que el tercero de sus seis hijos, no bebía, ni fumaba, era un muchacho totalmente sano.
Nunca había padecido alguna enfermedad.
La última dolencia que tuvo fue a consecuencia del colon que se le inflamó, pero en esa ocasión le indicaron que no era una situación de relevancia.
Al joven uniformado se le practicarán los estudios para determinar qué le pudo haber causado la muerte.