Barquisimeto ocupó un ingrato lugar: el de la ciudad más costosa del país durante los últimos ocho meses de 2014.
Así lo reflejó el informe presentado por el Banco Central de Venezuela (BCV) sobre el análisis del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en las urbes con mayor densidad poblacional. Aunque diversos especialistas aseguran que los datos del organismo no son del todo fidedignos, intuyen que en el crecimiento de la inflación en la ciudad crepuscular pudo tener causa el descenso de la producción agrícola en el estado Lara.
En el documento, se desprende que la región ocupó el primer lugar con una variación de 37,8%, en comparación con el 27,2 % que registró en el año 2013. En el país, durante los primeros ocho meses del año el INPC, cuyo indicador es referencia para el cálculo de la inflación, reflejó un aumento de 39,0%; mientras la cifra anualizada cerró en 63,4%.
En la lista aparecen Ciudad Guayana y Maracaibo en la segunda y tercera posición respectivamente. La ciudad que registró menos incrementos de precios fue Maracay, cuya variación se colocó en 31,4%. Los indicadores que se estudian son los costos de alimentos elaborados y no elaborados, transporte, vivienda, salud, medicinas, vestimenta, recreación, entre otros. Según el economista José Guerra, quien fue gerente del BCV, en este índice pudo haber influido la disminución de la producción agrícola en el estado, por tanto el precio de alimentos y bienes pudo haber subido en la ciudad de Barquisimeto por encima que en otras ciudades.
“Esto es un fenómeno nacional que es variable y no es del todo determinante. El año pasado, Valencia resultó ser la ciudad más cara; luego fue Puerto Ordaz y después Maracaibo. Lo que es cierto es que en nuestra ciudad hubo un aumento considerable de los alimentos, quizás ese registro pudo ser importante en el análisis. Por otra parte, en el costo de los bienes, nos indica que Barquisimeto se está convirtiendo en una ciudad más atractiva, ya que el precio se coloca según su demanda”.
Privó la parte política
Por estar en una región de gobierno opositor, pudo privar la parte política en la determinación de los índices de precios. Así lo expuso el economista Aníbal Peña Javitt, quien aseguró que en el BCV la política está prevaleciendo por encima de la economía.
Sin embargo, explicó que durante el 2014, el incremento de alimentos y bebidas no alcohólicas fue superior al 90% en la ciudad, por lo cual coincide con su homólogo Guerra al intuir que el descenso de la actividad agrícola haya incidido en los registros de INPC.
Adicionó que también pudo determinar el aumento del transporte y el costo de la importación, pues el estado Lara debe costear estos aspectos por ser una zona alejada de los principales puertos de la nación.
“No obstante, estos datos carecen de veracidad; así como los últimos reportes inflacionarios que llegan al 63,6 %, cuando realmente los alimentos registran 90% de incremento. Además, no es posible que ciudades como Coro, con una economía dependiente de la importación, tenga una menor inflación que Barquisimeto. Así que estos datos pudieron ser amañados”, opinó.
