Cuarenta niños y jóvenes fueron secuestrados en el nordeste de Nigeria la noche de Año Nuevo por supuestos miembros del grupo islamista Boko Haram para ser enrolados como combatientes, según habitantes del estado de Borno.
Decenas de insurgentes entraron en la aldea de Malari, a 20 kilómetros del bosque de Sambisa, conocido por ser uno de los principales escondites del grupo armado. Los habitantes que pudieron escapar contaron que 40 niños y jóvenes de 10 a 23 años habían sido secuestrados y llevados al bosque.
La noticia del secuestro no fue conocida hasta la noche del viernes, cuando los habitantes lograron llegar a Maiduguri, la capital del estado de Borno.
Las comunicaciones se hacen difíciles en una región que se ha convertido en escenario cotidiano de ataques de los extremistas, quienes van destruyendo a su paso antenas y puestos telefónicos.
«Llegaron armados en camionetas y reunieron a todos los hombres delante de la casa del jefe de la aldea. Nos dieron un discurso religioso y luego eligieron a 40 de nuestros chicos y se los llevaron», declaró a la AFP uno de los habitantes de Malari, Bulama Muhammad.
La aldea se encuentra cerca de la ciudad de Gwoza, integrada desde junio en el «califato» que Boko Haram dice haber instaurado en el noreste de Nigeria.