Portando máscaras contra el humo, los bomberos y los investigadores italianos subieron el viernes al carbonizado transbordador Norman Atlantic, para buscar más cadáveres y tratar de averiguar qué causó el incendio mortífero.
Aunque seguía surgiendo humo del ferry por un fuego de combustión lenta, los funcionarios italianos consideraron que el barco era lo suficientemente seguro para que cinco investigadores subieran a bordo.
El ferry gravemente dañado fue remolcado a través del agitado mar Adriático durante 17 horas antes de que atracara horas antes en el puerto de Brindisi, en el sur de Italia, donde se le ató un remolcador para estabilizarlo.
El jefe de bomberos de Brindisi Michele Angiuli dijo a los periodistas que era demasiado pronto para saber si los investigadores encontrarán más cuerpos.
El incendio comenzó el domingo mientras el transbordador viajaba de Grecia a Italia, con un saldo de por lo menos 11 personas muertas. Italia ha informado que 477 personas fueron rescatadas, en su mayoría con helicópteros, mientras el barco era azotado por vientos de galera.
Grecia dice que 19 personas siguen desaparecidas y ha puesto en duda las afirmaciones italianas de que hay un número mucho mayor de desaparecidos. Funcionarios de ambos países temen que la cubierta para vehículos del ferry, donde comenzó el fuego, pueda contener más cadáveres, posiblemente de migrantes tratando de colarse ilegalmente a Italia.
Por otra parte, cuatro oficiales marítimos más fueron colocados el viernes bajo investigación, al ampliarse la pesquisa del desastre. Además del capitán del barco y el director de la compañía que construyó la embarcación _ambos italianos_, la fiscalía de Bari comenzó a investigar a otros dos tripulantes y dos representantes de la línea griega de transbordadores Anek, que alquilaba el Norman Atlantic, reportó la agencia italiana de noticias ANSA.
Diarios italianos dijeron, sobre la base de la transcripción del interrogatorio del capitán del ferry el miércoles, que el capitán Argilio Giacomazzi dijo a los fiscales que la tripulación no siguió debidamente sus órdenes al bajar los botes salvavidas y que en la cubierta de vehículos había demasiados carros.
Sin embargo, los fiscales de Bari han declinado decir qué les dijo el capitán, citando las leyes que rigen las investigaciones.