Es lo que le gustaría al enemigo de Dios que la gente concluya. Que se convenzan que la navidad la tenemos solo en época de diciembre. Pero la navidad no debe pasar nunca, por cuanto Cristo es la navidad. Y esa es una buena escusa que el hombre puede aprovechar para llenar su corazón de buenos propósitos durante todo el año. Plantearse olvidar roces, impases y hasta rencores entre los miembros de la familia y las demás personas. Ceder, si persisten relaciones distantes y acercarse con espíritu de paz. La navidad entonces no puede quedarse en una época del año y listo, en un mes o en un día, por cuanto la navidad es Cristo Jesús.
El escritor Alfredo Campechano lo resume de la siguiente manera:
1º.-En Jesucristo hombre, Dios provee un Salvador para el pecador sujeto a la desesperanza y condenado a muerte.
2º.- El niño que nació en un establo de Belén es el Cristo y Señor anunciado por los profetas.
3º.- Dios manifiesta su buena voluntad con el hombre, a fin de cerrar la brecha que el pecado abrió, reparar las relaciones con sus hijos descarriados y darles vida y felicidad eternas.
Sigue diciendo. “Cuando sientes que sería mejor que la tierra se abriera bajo tus pies y te ocultase…cuando lloras en silencio…cuando el dolor oprime tu pecho…cuando ríes y cuando sufres…cuando amas y deprecias. Cuando te comportas nada mas como humano, Dios está a tu lado con una sonrisa amplia en tu alegría o con los ojos llorosos en tu tristeza”. ¡Eso, lo hemos vivido! No es simplemente una bonita frase.
Concluye Campechano diciendo. “Cuando te metes en problemas y cavas tu dolor con tenacidad y porfía, ahí también está El, velando en tu derrota y esperando confiado a que decidas que ya es suficiente para seguir bregando atajos solitarios. En todo instante, en el aura y en la voz, en la época de verano y en la fría noche lluviosa. En la algarabía de la niñez y en la quietud de la ancianidad. En la turbulenta e impetuosa adolescencia y en la placidez de la edad madura. En todo momento un compañero invisible camina a tu lado, sin forzarte, sin torcer tu brazo, sin querer que sientas obligación alguna. Camina a tu lado en silencio, esperando una oportunidad para demostrarte que tu, a sus ojos, eres único o única. La más bella presea de su tesoro, que compró con su sangre, cuando nació y murió en esta Tierra”. ¿Cómo les parece?
Es la esperanza de este servidor y seguro estoy que del Diario EL IMPULSO y todo ese equipo eficiente del Departamento de Redacción también, que estas reflexiones, que semana a semana se publican por este medio, puedan llegar a lo más hondo de sus mentes y de sus corazones. Puedan nutrirles de fortaleza, paz y esperanza verdadera que es en Cristo Jesús y que la navidad en su familia y en su entorno social pueda durar todo el año. Pueda ser en todo momento y toda la vida bastión de fortaleza en estos tiempos tan difíciles. ¡DIOS les bendiga! ¡Hasta el próximo martes Dios mediante.
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