Entre los costos de la vida y la escasez, los barquisimetanos pierden interés por las celebraciones navideñas y las tradiciones de fin de año.
Desde el pasado 26 de diciembre, los comerciantes han abaratado los costos de los productos para las hallacas. Como Leopoldo Martínez, quien vendió el kilo de hojas para las hallacas hasta el 24 de diciembre en Bs. 50, y luego en Bs. 30. Dice que prefiere bajar el precio para salir de la mercancía y no perder más.
La aceituna y alcaparra era comercializada en Bs. 120 el kilogramo y ahora la venden en Bs. 90.
La hipótesis de los vendedores es que las familias no harán más hallaca por los altos costos y esto es corroborado por las amas de casa, que refieren que hacer hallaca resulta “carísimo”.
Ana María Martínez, dijo que guardó algunas pocas de la cena del 24 y que de faltarle prefiere encargarlas. La cena de Año Viejo la complementaría con ensalada y pollo al horno, porque de resto le resulta costoso.
Ayer, acudió a Cecocesola, pero dijo que su prioridad era comprar las comida para la semana, no la del 31.
En la referida cooperativa, también se encontraban damas procedentes de Acarigua, que se organizan en autobuses, para viajar a Barquisimeto y comprar sus alimentos allí. Dicen que les resulta más económico, pero aún así no prepararán cena navideña el 31 de diciembre.
Los condimentos siguen siendo los más vendidos y el onoto en grano, lo compran en grandes cantidades
Sólo preguntan por la uva
El precio de la uva nacional, se ha triplicado en comparación con la de años anteriores. Así lo comentó Antonieta Gómez, comerciante informal del centro de la ciudad, quien refirió que en 2013, la vendió en Bs. 100 y actualmente debe ofrecerla en Bs. 300.
El kilogramo de uva importada tiene un valor de Bs. 700, y a pesar de ser más jugosas y dulces, las personas dicen que este año no la comprarán.
Hasta el momento la mayoría de las personas, sólo le pregunta por el costo, mas no las compran.
Leidys Escalona, manifestó que celebrarán el año nuevo sólo con lentejas. A manera de chiste agregó que si compraba mandarinas, sería para repartirla en gajos.
Quemar los papeles de los deseos, guardarse dinero en los bolsillos y salir por la casa con una maleta llena de ropa, son las tradiciones más económicas, y que, al aparecer, el jocoso pueblo venezolano mantendrá, para hacer cara a la crisis.
Pantaletas amarillas
En el comercio barquisimetano, acostumbran a vender ropa interior color amarillo, puesto que existe la creencia que si la persona recibe el año nuevo, vestida de este color, disfrutará de 365 día de prosperidad y abundancia.
Los vendedores siguen ofreciéndolas, pero comentan que se ha vendido en menor cantidad que el año 2013.
El costo promedio de una pantaleta amarilla en la avenida 20 es de Bs. 180, pero también varía de acuerdo al modelo.
Compra de licores
En vista de las consecuencias al consumidor que acarreó la aplicación de Ley Seca en días feriados y domingo, y del horario restrictivo, los barquisimetanos se levantaron ayer muy temprano para comprar su licor, puesto que hoy tampoco está permitido el expendio de este.
Esto se apreció en las calles de la ciudad, sobre todo en las adyacencias de las grandes licorerías, donde las personas se formaron y esperaron con calma que el establecimiento abriera para abastecerse de las bebidas necesarias para los próximos días.
