Ningún efecto en la economía informal ha tenido la orden de la Superintendencia de Precios Justos, Sundde, de prohibir la venta de artículos de primera necesidad por parte de las personas que se dedican a la economía informal, tal como lo han podido comprobarlo los consumidores, a lo largo y ancho de todo el país.
En efecto, el Ejecutivo anunció que había otorgado divisas preferenciales para la importación de los rubros de mayor consumo en las navidades; sin embargo, los buhoneros venden las nueces peladas cuesta Bs. 2.500 Bs/Kg.; las pasitas, 250 Bs/kg, las almendras 900 Bs/Kg y las avellanas, Bs. 1.600 Bs/Kg; con el agravante que venden las bolsas de nueces con conchas en 100 bolívares, pero son viejas y al abrirlas están negras y no se pueden utilizar, lo que constituye una estafa.
Asimismo, un kilo de uvas importadas se está comercializando entre 600 y 800 bolívares, mientras que la uva criolla la venden entre 300 y 400 bolívares a la vista de todo el mundo.
En la capital un pote de insecticida de tamaño normal, de cualquier marca, lo vende a Bs. 200 la unidad, no se consigue en las cadenas de comercio formal, pero los buhoneros los tienen por bultos, pero un bulto de 12 unidades cuesta 2.400 bolívares; un litro de aceite de maíz cuesta Bs. 150; un kilo de leche en polvo lo comercializan hasta en Bs. 500, al igual que el jabón en polvo para lavar que venden hasta en 300 bolívares los dos kilos y un bulto de papel oscila entre los 500 y 800 bolívares.
Estos precios que están rigiendo en el mercado, calculados al tipo de cambio del mercado paralelo, son lo que impiden al Banco Central de Venezuela dar a conocer las cifras de la inflación en los últimos siete meses. En esta semana los funcionarios de la Sundde que fueron a fiscalizar el mercado de El Cementerio, en Caracas, fueron abucheados y acusados de “corruptos” por comerciantes, quienes los hicieron salir huyendo.