El olor nauseabundo a fármacos incinerados mantuvo en vilo toda la noche a habitantes de Agua Linda, un sector del vecino municipio Peña, que pertenece al estado Yaracuy.
Al amanecer del miércoles, varios residentes del lugar comenzaron a indagar sobre la contaminante humareda, localizando a la vera del camino que conduce desde El Pozón hasta un sector denominado Chávez, un gran lote de medicinas vencidas.
Fármacos que escasean
Buena parte de las medicinas halladas estaban humeantes y otras intactas dentro y fuera de unas doce pipas de metal, las cuales intentaron abrir para extraer el pestilente contenido.
Entre los fármacos que se encontraron y que por alguna razón no se quemaron sobresalen: acetaminofén, antibióticos, antialérgicos, hipertensivos genéricos.
También habían pastillas masticables para la irritación de la garganta; vitaminas C, D y E; soluciones, agua destilada, preservativos y anticonceptivos, que según vecinos, algunas damas cargaron con estas al constatar que su fecha de vencimiento es en enero de 2015.
De vieja data
Luis Pérez, habitante de Coco e’ Mono, comunidad del municipio Palavecino, colindante con Agua Linda, había alertado, el lunes pasado a algunos vecinos de la zona, sobre los continuos botes de medicinas.
“Aquí todo el mundo sabe de estos botes de medicina y alimentos, pero la gente tiene miedo de denunciar. Esto no es nuevo”, acentuó.
Afectados los niños
Ángel Hernández y Diana Alvarado, voceros del consejo comunal Vencedores de Agua Linda, comunicaron que a raíz de la quema de los medicamentos hay niños y ancianos enfermos con vómitos y malestar en general.
“Esto es un peligro latente. Es una bomba de tiempo. Hace varios días vinieron camiones volteos con galletas vencidas del año 2010, así como otros alimentos”, agregaron.
Alvarado advirtió que los camiones tipo volteo son vistos frecuentemente merodear en la zona.
“Estamos seguros que los camiones provienen de Lara, porque si fuera de Yaracuy llegaran por El Pozón”, aportó.
La situación no es nueva, adicionó, y la contaminación es muy pronunciada, apoyada por vecinos que a cambio de dinero permiten los botes de desperdicios en sus solares sin advertir que el daño es elevado.
Arguyó que los botes se hacen en horas de la tarde, casi al caer la tarde y “hay quienes afirman que Mauricio Cedano, propietario de estas tierras permite los botes y él mismo les prende fuego”.
Al lugar concurrieron efectivos del Cuerpo de Bomberos de El Pozón y la Policía de Yaracuy.