Existe un dicho que asegura que “los números nunca mienten” y en el caso venezolano esta frase sirve de base para avisorar lo que podría suceder el próximo año, en materia económica. Lo sucedido en esta área vital para el desarrollo y funcionamiento del país durante el 2014, permite vaticinar que el 2015 será crítico y a la vez clave para el futuro.
A diario, distintos especialistas son entrevistados en los medios de comunicación y ninguno ofrece un análisis económico alentador. Todos apuntan hacia la necesidad de aplicación de un paquete de medidas económicas, por parte del ejecutivo nacional, con las que se podría comenzar a solucionar el problema macroeconómico del país.
Dichas medidas han sido descritas en varias oportunidades por los especialistas y se resumen en: unificación cambiaria; liberación de las tasas de interés bancario; flexibilización del control de cambio y el control de precios; aumento del precio de la gasolina; la reforma fiscal; renegociación de la deuda externa, explica el economista Jhonny Zafra.
“Una vez que el Gobierno decida comenzar a aplicar estas medidas, las incidencias o resultados se evidenciarán en tres o cuatro años, lo que significa que no tendrán un efecto inmediato sobre la economía nacional, de allí que se estime un 2015 similar al año que está culminando”, aclara. “Lo cierto es que llegó el momento de actuar y no hay espacio para seguir postergando esas medidas de las que tanto se habla en los últimos años”.
Zafra considera que el 2015 será un año caracterizado por ingresos petroleros bajos, “un año recesivo, combinado con aceleración inflacionaria”.
A su juicio las medidas de reforma fiscal iniciadas por el Gobierno van a incidir en el panorama económico, pero solo si se acompañan con otras acciones como el aumento en el precio de la gasolina y el fortalecimiento de otras áreas de producción no petrolera.
“En general, se vivirá un proceso económico similar al evidenciado en 2014, con un crecimiento económico nulo o tal vez negativo”.
Otro economista, Francisco Chirinos, señala que las perspectivas para 2015 no son optimistas. “El 2014 cierra con una inflación de dos cifras altas, un alto índice de desempleo real, caída pronunciada de los precios del petróleo, disminución de las reservas internacionales, el estancamiento de la producción nacional, entre otros indicadores negativos que nos hacen suponer que el 2015 será similar o más crítico”.
El panorama trae consigo una probable acentuación del desabastecimiento, dado que el 80% de los rubros que se consumen en el país son importados y las importaciones se reducen cada día más debido a la escasez de divisas originada por distintos factores.
“El contexto económico que vivimos se encuentra condimentado, ‘cual guiso navideño’, con una emisión elevada de dinero inorgánico (sin respaldo) que crece con el pasar de los años. En los últimos 15 años la liquidez monetaria del país ha crecido en 9.200% y su respaldo, dado a través de las reservas internacionales, solo ha crecido un 40%”.
Chirinos lamenta el hecho de que quienes dirigen el país “no pudieron manejar el gran potencial y los recursos… no se tomaron previsiones durante el período de bonanza económica y ahora nos encontramos en la época de las vacas flacas, sin un norte claro”.
Destaca que naciones como Noruega, tienen unos 8.000 millones de dólares en sus reservas internacionales, “lo que significa que cuatro generaciones de noruegos tienen garantizada su estabilidad, gracias al buen manejo de los recursos. En Venezuela, las reservas operativas (disponibles para su uso) solo alcanzan los 1.000 millones de dólares”.
“En economía los números no mienten, se pueden maquillar, pero eso no tapa la realidad que se vive; la venta de las deudas que mantienen otros países con Venezuela, solo sirven para refrescar un poco la economía, pero la crisis se mantendrá si no se toman otras medidas”, sentencia.
Probable inflación de tres dígitos
Para el economista Aníbal Peña Javitt es muy probable que la inflación del próximo año alcance los tres dígitos, como consideran la mayoría de los economistas del país.
Atribuye la situación a un desbalance en la balanza de pagos de la nación, que se da cuando los ingresos son menores a los gastos, lo cual se encuentra estrechamente vinculado al problema de la emisión de dinero inorgánico, es decir, dinero sin respaldo de las reservas internacionales.
Muchas personas dudan de la magnitud del problema económico del país y se preguntan ¿por qué el Gobierno no tiene problema para aumentar el salario mínimo, por ejemplo, y pagar a sus empleados? A lo que Javitt responde que el ejecutivo “lo hace con dinero inorgáno, que no ha sido originado en la economía y por ende ha sido un factor determinante en la generación de incrementos en el índice inflacionario. De allí que para el próximo año 2015 se habla de una inflación de 125%, si se llegan a tomar las medidas económicas pertinentes… pero si no se toman, debido al proceso electoral que está previsto (elecciones parlamentarias), la inflación podría alcanzar hasta un 180%. Todo dependerá de las medidas que se tomen”.
Asegura que desde el punto de vista interno, seguramente el Gobierno podrá cumplir con los compromisos, pero no podrá cubrir el endeudamiento interno, ni importar, “porque no cuenta con la maquinita para imprimir dólares”.
En su opinión, el paquete de leyes aprobado por la vía de la Ley Habilitante, vinculadas en su mayoría al sector fiscal, “no tiene nada que ver con las reservas ecómicas del país e implican un mayor número de controles, incremento de multas a sectores importantes de la economía nacional”.
“No significan un ajuste económico en sí mismo, porque se orientan a las confiscaciones, porque cuando una empresa no pague a tiempo sus impuestos, el Estado podrá confiscar sus bienes”.
El verdadero ajuste económico deberá incluir una verdadera disminución del gasto público, incremento de la gasolina, ajuste del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la unificación cambiaria.
Déficit en los ingresos
Por otro lado, la caída histórica en el precio del barril de petróleo venezolano implica un mayor riesgo económico de cara al año 2015.
La tendencia se ha mantenido a la baja en el último mes y medio, y se estima la situación continuará y abarcará el primer trimestre del próximo año.
El Presupuesto de la Nación que se conoce cada año, calcula el barril de petróleo en 60$, incluso en épocas en las que su costo real superaba los 100$. El excedente de esos ingresos petroleros ha sido utilizado según la visión de un modelo económico que, según los especialistas, ha fracasado.
A medida que el precio se acerca al costo estimado en el presupuesto previso para el 2015 o incluso es inferior a esa cifra, queda en evidencia la inadecuada distribución de los recursos que se ha dado en los últimos años.
Según Javitt, el promedio del precio del barril de petróleo se mantuvo entre 91 y 92 $ durante buena parte del año 2014, “la diferencia de 32 $, sobre el costo estimado en el país, se tomó como ingresos extraordinarios destinados para la entrega de los créditos adicionales, las misiones sociales, el aumento de salario de los militares… Pero, está claro que para 2015 esa cuota disminuirá y no habrá la oportunidad de mantener los gastos no presupuestados. De allí la gran preocupación por la caída de los precios del petróleo”.
En 2014, el presupuesto estimado fue de 576 mil millones de bolívares, pero se invirtió una cantidad superior de dinero en créditos adicionales, explica Javitt. El presupuesto de 2015 tuvo un incremento de 34%, alcanzó los 715 mil millones de bolívares, “pero esa no es la cifra real, dado que si se le suma el presupuesto de 2014 aunado a los créditos adicionales, se percibe que pasará del billón de bolívares. Eso quiere decir que lo presupuestado para 2015 tampoco será suficiente y los ingresos extraordinarios probablemente disminuirán”.
