Colapsado. Así se encontraba el centro de Barquisimeto este 24 de diciembre debido a que una gran cantidad de personas acudió, como todos los años, a los diversos establecimientos comerciales en una búsqueda titánica de sus productos a precios accesibles.

Juguetes, ropa, calzado, línea blanca y alimentos fueron los artículos más demandados por los usuarios. No obstante la variación en los precios obligó a los consumidores a recorrer varios kilómetros y permanecer horas en las colas hasta adquirir el producto deseado.

El efectivo: gran limitante

Algunos de los usuarios tuvieron que padecer el Vía Crucis de realizar dos y hasta más de tres colas para la compra de sus artículos, ya que varios comercios sólo aceptan como forma de pago dinero en efectivo. Por ello, se trasladaban a los telecajeros cercanos donde la espera era la protagonista.

Colas que superaban los 45 minutos sin avanzar se apreciaban en diversas instituciones financieras de la avenida 20. Cuando por fin los consumidores lograban obtener su dinero, volvían a los establecimientos para adquirir sus productos, sin embargo, en la mayoría de los casos les tocó hacer otra cola para lograr obtener el artículo requerido.

Elías Gutiérrez de 65 años de edad aguardó 53 minutos en la cola para retirar su dinero del telecajero. “Hago este sacrificio de estar bajo este inclemente sol y de pie sólo porque necesito el dinero para comprar el regalo del niño Jesús de mis hijos, sino no la haría”.

Por su parte, Marianny Pérez (62) manifestó estar agotada de tener que hacer colas en todos los lugares a los cuales se dirige. “No se trata nada más del centro, todos los centros comerciales también están colapsados. Si uno quiere comprar algún producto no queda otra alternativa que hacer religiosamente su cola”, dijo.

Productos para todos los gustos

Muchos comerciantes informales estuvieron presentes en la avenida 20 expendiendo una gran variedad de productos. Bolsas de regalo, accesorios para damas y caballeros, juguetes, comida y hasta animales se observaron este miércoles.
Uno de los entrevistados indicó que lamentablemente la crisis que atraviesa el país propició que se dedicara a este oficio, asegura que vendiendo juguetes en esta época obtiene mayores ingresos de los que puede percibir trabajando en una empresa. Precisó que lleva alrededor de cinco años vendiendo sus productos en el centro.

Precios por las nubes

Roland Salazar (43) dijo que quedó en shock cuando se percató de los precios de los zapatos para caballeros. “No importa el modelo del calzado, los costos de casi todos los zapatos están por las nubes”.

Mientras Carolina Briceño (33) comentó que los pantalones de jeans para damas están incomprables. “En mi caso que gano sueldo mínimo resulta imposible adquirir un pantalón, así no sea de marca. Vine al centro porque me dijeron que se conseguían a precios más solidarios que en los centros comerciales y para mi sorpresa están casi que al mismo precio, oscilan entre 2.500 y 4.000 bolívares”.