El Deportivo Lara ha sido noticia por las bajas que ha registrado en la pausa entre torneos semestrales. La más sonada –no hay duda- la marcha de Edgar Pérez Greco al Deportivo La Guaira, días después de que Juan Guerra se mudase al fútbol estadounidense.
Pero de altas no hay versiones oficiales. Casi dos semanas después de la finalización del torneo Apertura, la afición del elenco rojinegro sigue a la espera de novedades relacionadas con llegada de jugadores para reforzar a una plantilla que, tras cerrar octava en el anterior semestre, le apunta a los puestos de arriba y a una clasificación a copa internacional en el venidero Clausura.
El presidente del equipo, Ender Luzardo, y el director técnico, Rafael Dudamel, siempre se han mostrado conformes con la nómina que manejan, pero la inesperada salida de Pérez Greco obligó a la gerencia a activarse para buscar uno o dos jugadores que puedan suplir la importante ausencia. Suenan varios nombres. Por ejemplo, César “Peluche” González, desvinculado días atrás del Metropolitanos, Darwin Gómez, delantero que hace vida en el Petare, y Ely Valderrey, jugador que llegaría como parte del acuerdo con el cuadro guaireño por la citada negociación que involucró a Pérez Greco. Pero son versiones que aun no tienen la confirmación de voceros ligados a la institución.
Quizá la baja de Guerra la pueda paliar el elenco crepuscular, que todavía cuenta en esa zona con Juan Colina, convocado a los primeros módulos de trabajo del seleccionador nacional Noel Sanvicente, Vicente Suanno, y Junior Moreno, este último de mucha regularidad en las últimas fechas del pasado Clausura y que se reveló como un jugador interesante por su ya conocidos recursos con el balón, debido a que sabe darle buen trato y distribuye bien, a lo que sumó una capacidad para quitar balones y romper el juego de los rivales.
Pero en la zona de mediocampo para arriba sí es necesario traer refuerzos, más allá de que el club cuenta con opciones interesantes como Renzo Zambrano, José Caraballo y Aníbal Rosales. Los anuncios deben estar por llegar. La directiva necesita arreglar cuanto antes la vinculación de los refuerzos para tenerlos a disposición el viernes 2 de enero, cuando está previsto el reinicio de los trabajos para encarar días después –el 11- el inicio del Clausura, al recibir al Zamora en el Metropolitano de Cabudare.
Tras completar una segunda mitad de semestre bastante buena, que incluyó una cadena de ocho partidos sin perder, el conjunto larense, con ánimos recargados y una idea de juego muy madura, quiere colarse a la fiesta de los protagonistas y tratar de emular lo hecho por Trujillanos, que, sin nómina alta y con jugadores de mucho sacrificio, alcanzó el título del recién disputado certamen, sacando de carrera a tradicionales favoritos como Caracas, Táchira y Mineros.
Eso sí, el club guaro necesita, de una vez por todas, hacer de su estadio un fortín, donde ha dejado escapar muchos puntos, y reducir el número de empates.
