Flor Leal, una ciudadana que acudió al área de obstetricia en el Ambulatorio de Cadudare Don Felipe Ponte, denunció negligencia por la forma como fue atendida.
Relata Leal que la noche del domingo pasado, se vio en la imperiosa necesidad de llevar hasta ese centro de salud a su sobrina Kimberli Rodríguez, de 22 años de edad, quien vive en el barrio El Sacrificio de Cabudare.
Indica que llegaron a las 7:00 de la noche, por un fuerte dolor que llevaba la joven, quien tiene 33 semanas de embarazo.
Señala que todo estaba bien hasta que se presentó la irregularidad por parte del personal de guardia al no atender a tiempo a Rodríguez, sin importarles la urgencia del caso.
Esto significó que al transcurrir los minutos de espera, la paciente se desmayó media hora en las afueras del área de la Maternidad, producto del dolor que presentaba. El problema se tornó más grave cuando se le solicitó al portero del Ambulatorio, ayuda para trasladar a la muchacha hasta la emergencia. En el momento en que el trabajador estaba prestando el servicio, fue increpado por un grupo de compañeros, recordándole que esa no era su función.
Mientras esto sucedía, manifiesta Leal, parte de personal del centro de salud, conversaba y descuidaba la atención que deberían darle a las embarazadas que esperaban angustiadas, los respectivos chequeos.
Puntualiza, que vista la situación, se llevó a su sobrina a una clínica privada de ese municipio, con la intención de que la diagnosticaran, pero por no haber obstetra en ese momento, no le quedó otra alternativa sino regresarse al ambulatorio, donde finalmente atendieron a la joven adolorida a las 11:00 de la noche, con la condición, que su familiares obtuvieran un macrogotero.
Acota Leal, que la pusieron a echar carreras por todo Cabudare, buscando sin éxito en las farmacias ese dispositivo, hasta que luego de un extenso recorrido se lo facilitaron en el Centro Diagnóstico Integral de Agua Viva.
Expone que afortunadamente su sobrina mejoró de lo que al parecer se trató de una colitis, y que ahora está en tratamiento en otro dispensario médico de esa localidad, donde le canalizan la cesárea, debido a que su embarazo es de alto riesgo.
“Si hubiera ido con una preclancia estuviera muerta”, opinó.
Concluyó haciéndole un llamado a las autoridades regionales de Salud para que tomen cartas en el asunto.