Estados Unidos tiene la oportunidad de influir en los acontecimientos de Cuba en un importante momento de cambio generacional en la isla, afirmó el presidente Barack Obama sobre su plan de normalizar relaciones con el país caribeño, y restó importancia a los críticos que lo acusan de arrastrarse ante un dictador.
El mandatario norteamericano afirmó que 50 años de tratar de derrocar al gobierno de los hermanos Castro mediante el aislamiento internacional no ha funcionado y que su gobierno estudia sacar a la isla de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, reconociendo que la inclusión de La Habana dificulta el acercamiento de Estados Unidos.
«Si nos acercamos, tenemos la oportunidad de influir sobre el desarrollo de los acontecimientos en un momento de cambio generacional en ese país», dijo Obama en el programa «State of the Union», de CNN, en una entrevista que se transmitió el domingo. «Creo que debemos aprovechar la oportunidad y planeo hacerlo».
La decisión de Obama de reanudar las relaciones diplomáticas con Cuba provocó aplausos entre los que desde hace mucho se oponen a la estricta postura de Washington hacia La Habana, entre ellos algunos legisladores federales de ambos partidos que han dicho que el mandatario no logró ninguna promesa de Cuba de democratizar la isla antes de aliviar las penalidades y restricciones de viaje estadounidenses.
El sábado, líderes opositores cubanos en Miami se unieron a políticos y activistas cubano-estadounidenses para oponerse al plan.
Por su parte, el presidente cubano Raúl Castro, en una alocución a la Asamblea nacional del Poder Popular, dijo que Cuba no renunciará a su sistema comunista a pesar de la normalización de relaciones y presentó a tres espías convictos recién liberados de prisión en Estados Unidos, quienes levantaron el puño en señal de victoria frente a los parlamentarios.
Obama dijo que está mal que lo acusen de permitir que los dictadores le ganen la partida, citando al mandatario ruso Vladimir Putin como ejemplo. Después de todo, la divisa rusa se ha desplomado ante el peso de las sanciones estadounidenses y europeas, señaló.
«Creo que algunos en la comunidad de política exterior reaccionan instintivamente y hacen afirmaciones antes de estudiar la fuerza de un proyecto», dijo Obama.
«Hemos sido muy firmes con los países que pensamos que están infringiendo la ley internacional o que actúan contra nuestros intereses, pero siempre he dicho que cuando podamos solucionar problemas diplomáticamente, debemos hacerlo.