Con lágrimas en los ojos, el venezolano Emilio Rentería abandonó la cancha tras recibir insultos racistas en Chile, en ataques se que han repetido en el resto de América Latina y que preocupa puedan reeditarse en la Copa América 2015.
Rentería -uno de los pocos jugadores de raza negra que se desempeña en el fútbol chileno- recibió insultos como «negro de mierda» o «mono culiao», en el duelo que su equipo -el San Marcos de Arica- disputó ante O’Higgins el 8 de noviembre pasado.
A la fecha siguiente, el seleccionado venezolano volvió a ser insultado. Por primera vez en la historia del fútbol chileno, el arbitro decidió suspender el partido que disputaban los equipos de San Marcos e Iquique, cuando transcurrían los 71 minutos.
La imagen de una mujer burlándose del jugador negro imitando a un chimpancé se difundió ampliamente ese día como un símbolo de que el racismo irrumpió en el fútbol chileno.
«Me pueden llamar negro, pero con respeto. Pero si me dicen negro y le agregan un garabato, ahí ya pasa a ser una falta de respeto. Lo de mono es otra cosa», dijo Rentería, a la prensa.
Desde esa fecha el jugador no ha querido volver a hablar con la prensa. Sus cercanos han dicho que está fuertemente afectado por la situación, aunque tras analizar dejar el fútbol chileno habría resuelto quedarse y disputar el próximo torneo.
«El futbolista tiene algo de artista, sale al escenario y cuando recibe insultos discriminatorios lo afecta, lo pone tenso con su entorno y no ayuda a su desarrollo profesional, por lo que muchas veces decide cambiar de liga», declaró a la AFP, Andrés Parra, sociólogo deportivo de la Universidad Central.
Qué lindo es ser negro
Los ataques racistas se repitieron en otras ligas latinoamericanas e incluso en torneos internacionales como la Copa Libertadores.
En febrero, durante un partido de primera fase de la Libertadores entre Real Garcilaso de Perú y Cruzeiro de Brasil, el volante brasileño Tinga se quejó de haber recibido insultos racistas de parte de la hinchada peruana.
El hecho provocó protestas desde el gobierno brasileño, y la Confederación Sudamericana de Fútbol multó a Garcilaso con 12.000 dólares.
En Argentina, Alberto Raimundi locutor radial de partidos de fútbol, no tuvo apremios para llamar «negro de mierda» al futbolista colombiano Teófilo Gutiérrez, cuando narraba en vivo un partido entre River Plate y Gimnasia y Esgrima de La Plata.
«Qué lindo es ser negro», respondió Gutiérrez, en su cuenta de Twitter, quien se transformó en las redes sociales en una especie de símbolo de la lucha contra el racismo y el antisemitismo que existe de parte de las hinchadas en Argentina.
«Desde hace unos 20 a 30 años, las hinchadas sudamericanas han dejado de alentar a su equipo y agredir al rival; hay un cántico constante en torno a sexualizar y discriminar al rival, y de cómo violentarlo», explicó Parra.
En México, fue célebre el caso del astro brasileño Ronaldinho, jugador del Querétaro, quien fue calificado de ‘simio’ por Carlos Treviño, un político mexicano que, pese a pedir disculpas, es investigado por la oficina mexicana contra la discriminación.
Una Copa América sin racismo
En Viña del Mar, balneario del litoral central chileno, los comentarios sobre los insultos contra el venezolano Rentería se repetían entre los invitados al sorteo de la Copa América-2015 que se jugará en Chile el próximo año.
El caso alertó a las autoridades del fútbol sudamericano, quienes temen puedan repetirse en los partidos del certamen, empañando la fiesta.
«Hay sanciones muy fuertes, eso te lo puedo garantizar. Tenemos un código disciplinario donde hay sanciones bastante duras», declaró Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol.
La Conmebol, junto al Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile (Sifup) y la Federación chilena, realizarán una campaña para evitar que el racismo afecte la Copa.
«Esta campaña pretende crear conciencia entre los hinchas para evitar este tipo de actos. Chile va a jugar con selecciones que tienen jugadores de otro color y raza», dijo a la AFP, Carlos Soto, presidente del Sifup.