Cuba aseguró el sábado que su acercamiento con Estados Unidos no implicará olvidar o hacer a un lado sus relaciones con aliados regionales que mantienen, por su propia cuenta, tensiones con la nación norteamericana.
El presidente cubano Raúl Castro dijo que su gobierno mantendrá su apoyo a Venezuela y aprovechó para criticar las sanciones que Estados Unidos impuso esta semana a funcionarios venezolanos señalados de violaciones a derechos humanos.
Castro y el presidente Barack Obama anunciaron esta semana el inicio de la normalización de relaciones diplomáticas, rotas hace más de 50 años, lo cual aún abre interrogantes sobre cómo afectará eso la geopolítica latinoamericana.
«La Revolución cubana debe profunda gratitud a los pueblos, partidos y gobiernos de quienes han recibido invariable y permanente solidaridad y seguirá orientando su política exterior sobre sus bases inamovibles de fidelidad a los principios», dijo el mandatario cubano en la sesión de clausura de las sesiones de la Asamblea Nacional, en la cual abordó asuntos como la situación económica interna y sus relaciones con Estados Unidos.
«Símbolo de lo anterior son las especiales relaciones que mantenemos con la República Bolivariana de Venezuela», añadió.
Cuba y Venezuela han forjado una relación cercana en los últimos años, en particular tras la llegada al poder del fallecido Hugo Chávez y que ha continuado con el actual presidente Nicolás Maduro.
La isla recibe cientos de miles de barriles de crudo de la nación sudamericana, que a su vez tiene el apoyo cubano en áreas como la salud y la educación, como parte de un entramado de negocios conjuntos que van desde las telecomunicaciones hasta la pesca y el petróleo.