En esta navidad que más que vivir padecemos, tiene vigencia la afirmación de Arturo Uslar Pietri en uno de sus ilustrativos ensayos:
Nuestra hayaca es como un epítome del pasado de nuestra cultura.
Titula La hayaca, como manual de historia la producción dedicada a la multisápida, que la crisis hace inalcanzable por costosa. A eso lleva la escasez de productos básicos y las limitaciones de importación, además de la dificultad en su elaboración en diferentes sabores.
Se manifiesta la nostalgia en melodía de aguinaldos de Serenata Guayanesa
¡Qué tiempos aquellos, de hayacas a real! (050 céntimos del bolívar)
¡Tiempos que se fueron y no volverán!
Demagogia del régimen anuncia el también emblemático pan de jamón, a Bs. 250, pero el más asequible vale 450.
Despedidas de año se realizan en unión familiar, pero hasta quienes residen en un mismo lugar confrontan limitaciones.
Venezolanos tienen país y casa por cárcel. Además de oneroso, desplazarse resulta restringido por inseguridad; viven enrejados. Habitar apartamento es hacer de San Pedro, el de las llaves. Regularmente se requieren seis: una para abrir reja de acceso, otra para entrada al pasillo, la tercera para el ascensor, la cuarta para la reja de protección de la puerta y dos para sendas cerradoras de dicha puerta.
En algunas urbanizaciones instalan rejas de entrada.
Viajes al exterior sólo se facilita a los altos funcionarios con abuso de aviones oficiales.
Sometidos estamos a situación de crisis que nuestra Iglesia, en alocución del cardenal Jorge Urosa Savino, atribuye entre otras causas al “gravísimo pecado de la codicia, el afán desenfrenado de dinero fácil, que lleva a la corrupción, al robo de los recursos de la nación, a la especulación, a exigir precios exorbitantes”.
En este ambiente “ambiente socio-moral de laxitud, de poca conciencia de la maldad de esas acciones”, para la reflexión, el Cardenal advierte:
“Vemos una clara aceleración de la inflación, que crece a una velocidad absurda como en ningún otro país del mundo de no atender crisis económica podría ocurrir estallido social”.
Enfático el Cardenal arzobispo de Caracas en programa de televisión en rechazó el “sistema ilógico, totalitario, comunista… inspirado en el fascismo…”, que militarmente se nos impone y que “ha llevado a Cuba a la miseria”.
No olvidar a los presos políticos que el aliado Presidente de Uruguay, José Mujica, considera una desgracia tenerlos. Tampoco a los vetados por EEUU, por violar de derechos humanos y que tienen allá mal habidos bienes.
Contamos en esta navidad con el Nikolaus vestido de rojo invocado en situación de riesgos, economía difícil; el amigo de niños, en especial los abandonados socialmente, que pasa de casa en casa repartiendo regalos; no al Nicolás nada Santo que orienta la dictadura castrocomunista, de grosero y ofensivo discurso y que por inseguridad de su régimen obliga a no celebrar la Misa de Gallo en la medianoche.
Almargen: Ministerio de mala Educación es la impresión que se llevan los funcionarios de instrucción ante el trato que reciben, cuando acuden al Despacho a reclamar sus derechos.
