En el mes de diciembre siempre acostumbro enviarles varias peticiones al Niño Jesús, confiado y con fe en que me va a conceder mis deseos, ya que lo hago en nombre de tantas personas que así también lo desean y como no es secreto me permito ser el mensajero de mucha gente de buena voluntad que lo que quiere es el bien para todos, cosa que para quien escribe no significa ningún esfuerzo, ya que jamás debemos perder el espíritu ni la voluntad de desear el bien y la esperanza de ver a nuestro país salir adelante ante cualquier crisis por fuerte que sea y empujemos todos la carreta a la convivencia y la paz, donde seamos premiados con la bendición de la paz para todos sin excepción, donde triunfe el bien y no sigan los enfrentamientos viscerales y pensemos que no hay nada ni nadie que impidería al Niño Jesús traernos un mejor año 2015.
Niño Jesús, mis peticiones van en nombre de todos los habitantes de este país y por lo que por algunas circunstancias se han visto obligados a abandonar el territorio nacional.
1. Niño Jesús, que cese la inseguridad, la mortandad por una u otra razón, que cese la escasez y el alto costo de lo primordial, como son: los alimentos y las medicinas que se encarecen casi un ciento por ciento bimensual y la escasez que cada día se profundiza más y nos mantiene descompensados en todos los sentidos.
2. Niño Jesús, tú lo puedes todo, en nombre de Dios perdónanos todo lo malo que hemos hecho, devuélvenos lo que ya poseíamos. Cómo es posible, Niño Jesús, que nuestro país tan rico en lo material, espiritual y sentimental, hoy esté convertido en un país mal hablado, falta de respeto, insolente e indolente, triste y desmotivado. Dinos por qué hemos llegado a eso y según las noticias vamos para peor. Danos una idea de cómo podemos recuperar nuestra idiosincrasia y nuestros valores morales y materiales, que los discursos sean una enseñanza y un mensaje que nos una y no una sarta de insultos que lo que terminan es en odio y desintegración.
3. Niño Jesús, ya estamos agotados del bombardeo de malas noticias y de las largas colas en todos los establecimientos donde se expenden artículos de primera necesidad. Esto le baja el ánimo hasta al que piensa que es muy fuerte.
4. Niño Jesús, sé que tu puedes abogar por nuestras empresas básicas de Guayana, antes productivas hasta para exportar una buena porción, hoy convertidad en improductiva y llena de líos por todas partes, el cemento convertido en un rubro pecaminoso y de alto delito su adquisición. Una vez vi la planta de Cemento Andino despachando barco tras barco para la exportación del puerto La Ceiba. Qué pasó con esto, en vez de haber crecido como en todos los países vecinos y hermanos, aquí nos hemos disminuido, como es el caso del sector primario (la leche, la carne y el azúcar entre otros), produciendo al mínimo por falta de insumos y de protección al productor. Es un vejamen para el productor del campo llegar a lo que fue Agroisleña a comprar para recibir como repuesta: «No hay». Por Dios Santo, Niño Jesús, te rogamos que nos ayudes a conseguir el camino de la producción y no la eliminación del aparato productivo.
En estas reflexiones no es mi intención estar buscando lo negativo, sólo hago una petición a nuestro Niño Jesús. Estoy seguro que la comparte toda la gente de buena fe, que nos deseemos el bien unos a otros y que luchemos todos por el progreso de nuestro país.
Unidos todos enviamos un mensaje de José Marti: “Los hombres van en dos bandos, los que aman y fundan y los que odian y deshacen”.
Mis oraciones y ruegos porque aquí todos unidos fundemos.
Unidos todos por el éxito y el crecimiento de la familia ganadera (Fedenaga).
@JGMendozabarqto