Nuevamente la crisis ha empañado la tan anhelada época decembrina de los venezolanos. Tanto comerciantes como usuarios han sido víctimas de los estragos de la inflación y la escasez.
Frases como “las ventas están por el suelo o los precios están por las nubes” se escuchan frecuentemente entre vendedores y consumidores respectivamente.
Al recorrer el centro de la ciudad es notoria la cantidad de personas que se ven caminando por sus calles, no obstante, la mayoría se aprecia en las diferentes colas para adquirir principalmente pañales y productos de aseo personal.
Desde hace unos años para acá los larenses han tenido que priorizar sus compras navideñas debido no solo a la disminución del poder adquisitivo, sino también a la escasez de algunos productos tradicionales de esta temporada.
José Pérez (46), comentó que años atrás en el mes de diciembre, su sueldo le permitía adquirir hallacas, pan de jamón, panettone, turrón, frutas secas, vinos y ponches con bastante frecuencia a lo largo de todo el mes, y ahora se verá obligado además de reducir las cantidades, a comprar unicamente estos productos para los días 24 y 31.
“Ni hablar de los estrenos, los adornos navideños y las pinturas para el hogar. Estoy aterrorizado con los precios, por eso en esta navidad será prioridad solo la alimentación de mi familia, lo demás es lujo”, dijo.
Por su parte, Yamileth Reyes (30), expresó con el sueldo mínimo actual es imposible poder cubrir todos los gastos que se generan en la época decembrina. “Para poder sobrevivir los venezolanos tenemos que organizarnos, planificar y presupuestar cada centavo para subsistir. Este año, en mi hogar solo habrá lo esencial”.
Rosa Ramos (46), manifestó que su prioridad en esta navidad es encontrar además de alimentos, pañales para sus nietos. “Ya se acabó la época de obsequios, estrenos y excesos. Ahora, nos limitamos a comprar lo estrictamente necesario”.
Mientras que, Irnes Juáres (40), comerciante, lamenta la disminución de las ventas en su local. “Alrededor de mi negocio, observo a diario largas colas, pero son personas que están en la búsqueda de productos de primera necesidad. Algunas de ellas, solo se acercan a preguntar los precios de mis productos más no a comprar, lo cual es realmente preocupante”.
Jorge Rodriguez (52), empresario, señaló que la situación del país va en declive y para el año 2015 no se vislumbra mejora alguna. “Muchas personas entran a mi negocio, pero son muy pocas las que adquieren algún artículo. Dios quiera que algún día la situación cambie”.
