Dos de los reos del Centro Penitenciario David Viloria, conocido como Uribana, y que fueron trasladados a la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) en Guárico, fallecieron por una supuesta intoxicación medicantosa, pulmonía y deshidratación, tras presuntamente haber ingerido el llamado “Coctel de la Muerte” y por lo que permanecieron hospitalizados en San Juan de Los Morros por varios días.
El pasado 4 de diciembre, EL IMPULSO publicó que Yolber Yosbel Rodríguez Giménez, de 22 años, había sido encontrado allá por su madre, quien días antes lo buscaba desesperadamente en las listas de los traslados, hospitalizados y hasta muertos pero no aparecía.
Ella misma confirmó el deceso del joven. “Estoy muy mal”, comentó al tiempo que dijo que hoy se espera el traslado hasta Cabudare, en Lara, de donde son oriundos, con la ayuda del Ministerio de los Servicios Penitenciarios.
La dama comentó en su momento que su hijo permanecía con una mascarilla pero sin reaccionar. “Los doctores decían que le habláramos que nos escuchaba, lo hicimos pero nada. Él botaba espuma blanca por la boca”.
El otro fallecido está aún sin identificación pues a pesar de haber tenido una leve mejoría ayer en la madrugada murió.
Hasta ahora, la cifra de decesos por el “Coctel de la Muerte” asciende a 50: 39 en Lara, cinco en Aragua y seis en Guárico.
Quedan dos cadáveres
En la sala de anatomía patológica del Hospital Central de Barquisimeto, quedan dos cadáveres aún, los cuales no tienen identificación. Serían los que quedaron marcados con los números 29 y 34.
Murió reo quemado
Como Freddy Ramón Salazar, de 64 años de edad, natural del sector Los Rosales de Caracas, fue identificado el reo de Uribana muerto este sábado por quemaduras que sufrió la semana pasada.
Estaba en el área de caumatología del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto con el 50% del cuerpo quemado.
Detenido GNB en Uribana
Un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana que se encontraba en la garita número tres, fue detenido el pasado sábado luego que fue capturado infraganti, intentando pasar unos proyectiles y nueve teléfonos para el uso de los internos del penal.
