Desde hace por lo menos ocho meses, gran caudal de aguas sanitarias vienen vertiéndose en el lecho de la quebrada Tabure en el sector Valle Hondo del municipio Palavecino.
Allí, un tubo de gran dimensión, unas 60 pulgadas, descarga las aguas servidas provenientes de las parroquias José Gregorio Bastidas y gran parte de Cabudare, contaminando además populosos urbanismos como Valle Hondo, El Trigal, El Paraíso y buena parte de la zona rural, dado la quebrada conecta con otros afluentes en un largo trecho hasta el estado Yaracuy.
La vía más sencilla
María Elena Bartolomé, vecina de la quinta etapa de Valle Hondo, refirió que las aguas cloacales “siempre” han descargado en esa quebrada que los vecinos denominan el buco, por cuanto, desde que se inauguró el urbanismo, hace más de 30 años, “los olores han sido fatales”.
Indicó que para Hidrolara siempre ha sido más fácil redireccionar las aguas servidas hasta el lecho de ese afluente que reconstruir la red de cloacas.
Mencionó que recientemente, y por espacio de más de un año, altos funcionarios de la hidrológica “en una brillante maniobra de ingeniería”, construyeron un canal para descargar las aguas residenciales de urbanización La Hacienda, cuado colapsaron y anegaron las calles de aguas fecales.
Reseñó que igualmente sucedió cuando en las calles 2 y 3 de Las Mercedes, explotó la red de cloacas cuyas aguas negras se escurrieron por días a lo largo de las arterias.
“Para solucionar ese problema o mejor dicho, para trasladar el problema, los ingenieros de la hidrológica conectaron las cloacas con los drenajes que caen a la quebrada Tabure, entre el Bodegón de Luis y el campo de fútbol”, anotó.
Desde hace unos ocho meses, Hidrolara implementó la misma maniobra para solucionar el colapso de clocas en Valle Hondo, Las Mercedes y Cabudare, descargando las aguas sanitarias en el mismo drenaje para aguas pluviales que cae en la quebrada Tabure.
Más aguas negras
Manifiesta la ingeniera hidráulico Esther Camacho, habitante de Cabudare, que el problema con continuas descargas de aguas negras en las quebradas del municipio Palavecino, persistirá por largo tiempo hasta que el Gobierno nacional no se empeñe en concluir la planta de tratamiento de aguas residuales de El Taque, proyecto que ejecutaba Enmohca y que misteriosamente fue paralizado.
Dijo que debe preocupar al alcalde José Barreras y al Gobernador Henri Falcón, la construcción de 840 apartamentos en la Ciudad Socialista Che Guevara, “porque de dónde sacarán agua potable, la cual descargará necesariamente en algún lugar que no es otro que la zona rural del municipio”, explicó.