Un total de 10.488 armas de fuego fueron destruidas ayer en la sede de la Siderúrgica de Barquisimeto, de las cuales 4.975 eran armas cortas; 2.806 largas; 2.217 no industrializadas y 490 facsímil. Gabriel Ramón Oviedo Colmenares, viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, encabezó el acto junto al encargado del Plan Desarme Voluntario en Lara, general Rafael Mirabal, y el doctor William Guerrero, fiscal superior en la región.
De las armas destruidas, 1.097 habían sido entregadas de manera voluntaria a través del Plan Desarme en toda la nación que inició el primero de octubre, luego que el 23 de septiembre, el entonces ministro para Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, lo anunciara desde Barquisimeto.
El resto de los armamentos fueron incautados en los operativos de seguridad y procedimientos de rutina que realizan los diversos cuerpos de seguridad en todo el país.
Oviedo Colmenares aseguró que con este tipo de acciones se busca la paz en Venezuela, además recordó que durante el 2014 se han destruido más de 26.500.
Como ya es costumbre, posterior a la destrucción, las armas son convertidas en cabillas, las cuales se utilizarán para la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Entrega de donativo
Por otra parte, los representantes de la Siderúrgica de Barquisimeto, hicieron entrega de un donativo a la Dirección de Armas y Explosivos (DAEX) de 15 mil bolívares, producto de algunas ganancias. El jefe de este organismo, Carlos López , se lo remitió a la Fundación Un Soplo de Vida, con sede en Barquisimeto, encargada de atender a los niños más necesitados. Cabe destacar que este sería el segundo donativo realizado durante el año.
Sólo renovación
López, jefe del DAEX, reiteró que los permisos para los portes de armas están suspendidos desde que salió a la luz pública la Ley para el Control de Desarme y Municiones. Sólo habrá renovación.
“El 10 de octubre, una resolución conjunta entre el Ministerio de la Defensa, Ministerio de Interior Justicia y Paz, llama a la población, así tenga el porte vigente, a un proceso de revisión, posteriormente una renovación con nuevos controles y sistemas de seguridad. Se le da la aprobación hasta el 30 de abril. El primero de mayo, quien no respete la regulación, sabe que su arma será requisada”.
