Entre las cloacas colapsadas y las calles destrozadas, viven los habitantes de Albarical, un sector del municipio Peña, aledaño a la carretera vieja hacia Yaritagua.
Demandan a las autoridades municipales y regionales, les resuelvan diferentes problemas que están minando también la salud de los niños y ancianos cuya calidad de vida está desde hace mucho comprometida.
Según muchos de los habitantes de esa olvidada comunidad, el agua, aparte de salobre, es deficiente por lo que es obligatorio disponer de un tanque de almacenamiento.
Servicios deteriorados
En lo que respecta al alumbrado público, “estamos grave, pues las calles se iluminan con los bombillos de las casas contiguas”, declaró Idemar Mendoza.
Las pocas calles asfaltadas de Albarical, han sido intervenidas por Aguas de Yaracuy, hidrológica que para reparar el viejo acueducto ha abierto numerosas fosas sin restituir la capa asfáltica.
Estos problemas se han vuelto persistentes porque pasa el tiempo y no hay la voluntad política de resolverlos y entre tanto, los niños son los más perjudicados, quienes viven con distintas enfermedades generadas por los grandes charcos de aguas que se empozan en los huecos que hay en todas las calles de ese sector yaracuyano.
Plantearon que quieren un barrio consolidado, con los servicios en pleno funcionamiento y unas calles donde no tengan que saltar o pasar por la orilla de las aceras para no caer en los charcos.
Carecen de transporte público
Durante los primeros años de consolidado Albarical, se servían de dos rutas de transporte público: Ruta Dos y Chalaneros de Tapa la Lucha, que transitaban por las principales vías de esa localidad, pero el deterioro de las arterias viales y las reparaciones olvidadas de Aguas de Yaracuy, tomaron la decisión de bordear la comunidad.
“Los estudiantes son los que más padecen, porque tienen que atravesar la carretera y acceder al transporte”, recalcó Mendoza.
No tienen escuela ni liceo
En Albarical, pese a ser una localidad de casi 450 familias, no tiene escuela ni tampoco un liceo. Solamente disponen de un Simoncito, por lo que casi 200 alumnos deben trasladarse hasta Yaritagua.
Han solicitado, numerosas veces, ante la Alcaldía de Peña, habiliten un transporte que traslade a los escolares desde esos sectores rurales hasta Yaritagua, pero no hay respuestas efectivas.
Los transportistas cobran 10 bolívares desde Albarical hasta Yaritagua cuando los estudiantes no cuentan con tarjetas electrónicas para el pasaje preferencial, pero es que casi todas las unidades carecen del dispositivo, aseguró José Parra, quien da cuenta del lento desarrollo de Albarical, arguyendo que el lugar era una ensenada sembrada de caña que fue invadida hace 23 años, “pero no es mucho lo que hemos prosperado”.