Un cuadrangular de dos carreras de Carlos Rivero en la parte alta del séptimo episodio sirvió de respaldo a una soberbia labor del abridor Raúl Rivero para que Cardenales de Lara lograse una importante victoria frente a Caribes de Anzoátegui, 2-1, en choque escenificado en el estadio Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz.
El triunfo -combinado con la derrota de Navegantes del Magallanes- le permite a la novena crepuscular trepar al cuarto lugar de la clasificación por primera vez en la temporada.
Rivero estuvo intraficable. El derecho alcanzó su cuarto triunfo de la zafra al completar siete entradas de calidad.
El cumanés solo permitió cinco indiscutibles a lo largo de su ejecución y el único daño llegó en el tercer episodio con un largo bambinazo del receptor Jesús Flores.
A partir del cuarto episodio silenció por completo a la poderosa ofensiva de la tribu. De hecho, el diestro retiró a los últimos 13 bateadores que enfrentó.
Toru Murata había maniatado a la toletería roja durante los primeros seis tramos. El japonés cedió un imparable en el primer turno del juego y a partir de ese momento sólo se le embasó un rival por una pifia defensiva.
Tras seis tramos, el abridor asiático abandonó la lomita y dio paso a Jean Toledo, quien no pudo hacer el trabajo.
En la apertura del séptimo inning, Paulo Orlando sacó un importante boleto, mientras Luis Valbuena falló con batazo profundo a los jardines.
Con un out en la pizarra y un corredor en circulación, Carlos Rivero ligó una sólida conexión que se metió en las gradas de la izquierda para darle la vuelta a la pizarra.
Tras la salida de Raúl Rivero, siguieron labores efectivas de Luis Vizcaíno -quien a base de envíos quebrados retiró a tres por la vía del ponche- y Manny Acosta -sacó a los tres que enfrentó en el noveno- para completar la faena que terminó con 19 retirados en fila por parte del pitcheo crepuscular.
Cardenales busca la barrida este domingo en el mismo escenario con Néstor Molina en la lomita.