Dos médicos sierraleoneses han muerto de ébola, en un nuevo golpe a la capacidad del país de responder a la mortífera epidemia, informaron el sábado las autoridades de salud. Con ello se eleva a nueve la cifra de médicos muertos de ébola.
El mal se contagia a través del contacto estrecho con los fluidos orgánicos de las personas infectadas o que han muerto de la enfermedad. De ahí que los trabajadores de la salud corren un gran riesgo de infección y cientos han contraído la enfermedad en esta epidemia.
El doctor Thomas Rogers, del Hospital Connaught en la capital, murió el viernes, informó el jefe del servicio de salud, doctor Brima Kargbo. El mismo día murió el doctor Dauda Koroma, informó Jonathan Abass Kamara, vocero del ministerio de Salud.
En total, 11 médicos han sido infectados; uno se recuperó y otro está en tratamiento.
El ébola ha infectado a más de 17.500 personas, la mayoría en Guinea, Liberia y Sierra Leona. De éstas, 6.200 han muerto. La epidemia se extiende con mayor rapidez en Sierra Leona.
Por eso, muchos son renuentes a ofrecerse como voluntarios en las salas de ébola, en particular los locales. Mientras los médicos y enfermeras extranjeros que contraen la enfermedad son evacuados para tratamiento en los mejores hospitales en el extranjero, los locales reciben el tratamiento en el país.
Frente a esa disparidad, se han abierto clínicas especiales para el tratamiento de trabajadores de la salud en Sierra Leona y Liberia, donde el personal es extranjero. Se planea abrir otra en Guinea. Kerry fue internado en una de éstas, una clínica en Kerry Town atendida por personal del ejército británico.