Joseth Ralth Millán Mendoza falleció la noche de este miércoles en la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, de Barquisimeto, luego de permanecer por algo más de una semana internado por una presunta intoxicación tras, supuestamente, haber bebido del llamado “coctel de la muerte”.
El hombre estaba privado de su libertad por haberse involucrado en un robo en Caracas. El viernes de la semana pasada fue cuando sus familiares se enteraron de que el ahora occiso se encontraba hospitalizado, por lo que rápidamente viajaron hasta Barquisimeto. El sábado “él abrió los ojos dos veces, como a las cinco y a las ocho de la mañana; ese día le quitaron los tubos”, comentó su padre, quien no quiso identificarse.
Explicó que el día viernes otro de los reclusos les envió un mensaje y les informó de lo ocurrido. “Primero nos dijo que estaba muerto y el susto fue terrible. Cuando llegamos aquí a Dios gracias no era así”.
Según el papá del fallecido uno de los muchachos que había reaccionado le aseguró que los obligaron a tomarse esa bebida, lo que le habría causado la intoxicación a los reos y posterior muerte a otros. “No creemos que se lo haya tomado porque esperaba la boleta de libertad y sabía que iba a salir pronto”.
Expresó que sólo le faltaba una firma de los tribunales, pero “debido a la burocracia que existe en la justicia de este país y el retardo procesal, no se ha podido. Eso debió ser en junio”.
Recorrió varios penales
Millán Mendoza, permaneció durante año y medio en el Centro Penitenciario David Viloria, conocido como Uribana. “Ahí le daban mala comida, nos mandaba cartas y en todas explicaba lo mismo: el horror que vivía y los maltratos que le proporcionaban”.
Comentó que cuando llegó al lugar estaba fuerte y en los últimos meses había bajado gran cantidad de kilos. “Primero lo mandaron para la cárcel de Yare, pasó por Barinas, luego para acá y pensamos que por ser el régimen nuevo estaría mejor, pero no fue así”.
Cuando el señor venía a Lara desde Caracas, cuenta que mínimo gastaba hasta 1.500 bolívares, por lo que debía venirse un día antes de la visita para estar temprano en Uribana, hacer la cola y pasar por la revisión.
“Antes dejaban pasar más cosas pero después del problema donde alguien pasó una granada, no permitían acceso a muchas cosas: la crema dental y mayonesa, por ejemplo, había que llevarla en bolsas. Los dulces estaban prohibidos al igual que el pan, pues con la levadura podían hacer licor”.
Relató que al llegar a la cárcel dejaba la bolsa en un departamento donde revisaban lo que tenía, luego lo pasaban a un cuarto en que lo desnudaban por completo, lo mandaban a agachar y en ese momento revisaban minuciosamente su ropa y el cuerpo.
La última vez que vio a su hijo con vida dentro de Uribana fue el domingo 21 de noviembre. “Ese día hubo un error y no me querían dejar pasar. El mismo director Julio César Pérez preguntó qué era lo que pasaba, por lo que buscaron la lista y efectivamente me tocaba visita. Llamó a la garita y me dejaron pasar”.
Una película de terror
Como una película de terror calificó el padre de Millán Mendoza los penales abiertos del país. Narró que su hijo pasó por Yare, “donde son los presos quienes mandan. Ahí se montaban con armas largas, pistolas, cargadores y cuidan a los demás porque la Guardia Nacional no tiene acceso. A veces en las visita se formaban tiroteos”.
Explicó que las divisiones de lo que funciona como especie de habitaciones, las hacen con pedazos de sábanas.
De manera extraoficial se supo que las autoridades mantienen abiertas las indagaciones por 42 muertes, cuya causa sería la intoxicación. En Lara serían 36 fallecidos, en Aragua cuatro y en Guárico dos.
Desconocido en Guárico
La mamá de Yolber Yosbel Rodríguez Giménez, de 22 años, finalmente consiguió a su hijo. Efectivamente aparecía en la lista de trasladados hasta la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), tal como lo reseñó EL IMPULSO; pero no fue sino hasta el miércoles cuando la dama viajó a la entidad llanera y dio con el paradero del joven, quien está hospitalizado en el principal centro asistencial de esa región.
Hasta ahora está estable, le mantienen puesta una mascarilla junto a un tubo por donde bota una espuma blanca. “Tenía respiración artificial y le quitaron el aparato para ver cómo reaccionaba y va bien”.
La dama asegura que él escucha lo que le dicen y ha intentado abrir los ojos. “Le hablamos, le damos masajes en los pies y manos, como lo recomendaron los médicos”.
La progenitora del joven pide encarecidamente a la ministra Iris Varela que les ayude otorgándole un beneficio a través del Plan Cayapa.
El informe médico señala que la causa de su enfermedad fue una intoxicación medicamentosa, neumonía y deshidratación. “El jueves nos entrevistó el Ministerio Público pero informamos que no sabemos nada de lo que pasó”.
En el mismo Hospital se encuentra otro joven que aún no ha sido identificado y el cual está reaccionando favorablemente. Ya lo pasaron a piso pero está sin familiares.
Se conoció también, que hay algunos muertos allá que no han sido identificados.
Componentes del coctel
Las investigaciones en cuanto a lo ocurrido durante la semana pasada en Uribana, donde algunos de los reos habrían hecho el llamado “coctel de la muerte”, continúan. Un grupo de especialistas están tras la pista de lo que realmente ocurrió.
Por ahora se ha conocido que ese día los internos tumbaron las paredes del área de enfermería donde había grandes cajas de medicamentos, entre otros captopril, fármacos para la diábetes, hipertensión, dolor de cabeza, gripes, fernobarbital, y los ligaron con alcohol absoluto, yodado e industrial, además de agua oxigenada, según se conoció extraoficialmente.
Sin resultados aún
Ayer todavía se desconocían los resultados de la audiencia de presentación del exdirector de Uribana, Julio César Pérez.
Extraoficialmente, se supo que algunos de los delitos que le imputaron fueron trato cruel y quebrantamiento de tratados internacionales.